sábado, 4 de febrero de 2012

DIFICIL DE CLASIFICAR

Parecerá una tontería pero me ha dado que pensar. A la hora de editar el perfil para mi recién estrenado blog, me surgió una duda. Escribí mi profesión y a continuación añadí corredor de montaña. Y esto último me llevó a la reflexión. Porque nada más teclear esas letras me vinieron a la cabeza imágenes del desierto, de la jungla, del asfalto… y cómo no, de la montaña.

Es cierto que donde más disfruto y la que considero mi zona de recreo es la montaña pero mis experiencias deportivas no se limitan únicamente a ella. Cuando entreno en asfalto es por obligación, sobre todo en invierno, pero no me gustan las carreras en asfalto. Sé que éste no es mi terreno. Hay muchos corredores como yo que hemos tenido la suerte de haber corrido en distintos entornos naturales y en condiciones especiales. Pero… ¿ qué clase de corredores somos? ¿Qué catalogación llevamos?
Todo el mundo  conoce a los corredores de asfalto, son fáciles de detectar. Ellos disfrutan corriendo por las calles o parques de las ciudades. Participan en carreras de asfalto. También están los corredores de montaña puros, deportistas que viven la montaña al %100, tanto con zapatillas de montaña como con esquíes, o raquetas de nieve. Participan en carreras de montaña de diferentes distancias. Pero también existe otro tipo de corredor, una especie rara, que se mueve en diferentes mundos y que no pertenece a ninguno de ellos en su totalidad.  Estos participan en carreras por etapas y en diferentes entornos naturales.

¿ Cómo nos llamamos los corredor que entrenamos en montaña y luego nos vamos a correr 250 km. al desierto? O tiramos de una pulka con todas nuestras pertenencias por territorio Yukon a lo largo de 300 millas?  O nadamos, corremos y arrastramos nuestro cuerpo  por la jungla con una mochila a nuestras espaldas durante 7 días ? O nos vestimos con un buzo blanco (como los del Prestige) y corremos  217 km. en Death Valley sobre un asfalto que está a 70ºC? Cómo se llama a este tipo de corredores ? No lo sé.

La aventura es uno de los componentes que conllevan estas pruebas. ¿Somos aventureros? Pues creo que una vena aventurera sí que tenemos. Hombre no somos como  Roald Amundsen o  Ernest Shackleton pero sí que tenemos algo de ese espíritu, ese espíritu de buscar, de soñar, de entrar en contacto íntimo con la madre naturaleza. Siento admiración y envidia hacia ellos. Aventureros y exploradores de los pies a la cabeza, que vivieron en una época en la que aún había cosas por descubrir.  Pero nosotros, debemos  reconocerlo, no somos como ellos, somos distintos, somos corredores.

Aventureros que corren?... Corredores que les gusta la aventura? …  Corredores de montaña aventureros? … Corredores “extremos”? (me da gracia este término, otro día hablaremos de lo de extremo, porque  bien merece un post)  Corredores, a secas? … Qué demonios somos?
Creo que los corredores de asfalto, los corredores de montaña y los corredores por etapas somos hijos de una misma madre pero con distinto padre. Parecidos pero distintos. ¿Qué diferencia a un hermano del otro? El aspecto físico por un lado, el psicológico por otro y  por último, por qué no decirlo, el psiquiátrico.

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