Me vais a perdonar pero no he podido actualizar el blog hasta hoy. Uno habrá pensado… ¡éste Julen que vago es!... otro… ¡parece que la marca Suunto patrocina a Julen!, después de que la entrada del reloj estuviera 8 días en primera plana del blog. No es así, el motivo de la demora es más sencillo.
Hemos estado pasando cinco días con la familia en una casita rural de Navarra, en Sada concretamente. Mi familia, con mis cuñados a la cabeza, hemos cumplido con una promesa. Mi sobrina Leire tiene 14 meses. Nació con 25 semanas de gestación, es decir, mi cuñada dio a luz con 5 meses y medio de embarazo. Leire pesó 650 gramos al nacer y pasó 8 largos meses en el hospital de Cruces, antes de pisar por primera vez la que es ahora su casa, su hogar. Vino al mundo antes de tiempo y no vio la luz del sol hasta mucho tiempo después. Su prematuro nacimiento trajo consigo algunos problemas, fruto de la falta de maduración del organismo.
El ser humano está programado para estar alrededor de 9 meses en el vientre materno y eso es por algo. La madre naturaleza te permite algunos días incluso semanas de demora u adelanto sin que tengas que pagar ningún precio pero sin excederte demasiado, porque si lo haces, no le hace mucha gracia.
Leire cuando nació, entraba en una mano. Esa "cosita" tenía por delante el reto, el desafío, la carrera más dura que nos podamos imaginar, la carrera por la vida. Tenía por delante una carrera con final incierto, una carrera en la que nadie le garantizaba un final feliz o una llegada a meta triunfal. Los médicos fueron claros con esto desde el principio. Con estas condiciones, con este reglamento, se puso en marcha la niña, comenzó su ultratrail. Cada día que pasaba era una victoria. No todos los días eran buenos. Un día bueno daba paso a uno malo. Dos pasos adelante, uno atrás, luego nada… Cuando no era una infección era un problema respiratorio, sino eran hongos. Muchos obstáculos, que iba superando poco a poco, poco a poco…
En este viaje también estaban los padres, cómo no. La mayor parte del tiempo sin poder animar, ni aplaudir, ni alentar a su hija para que siguiera corriendo y eso era seguramente lo peor. Eso es muy duro solo imaginarlo. Noches sin dormir, ansiedad, sobresaltos, pesimismo, optimismo, la alegría daba paso de repente a la tristeza…Todos los que tengan hijos sabrán de lo que hablo. Ellos aun así estaban a su lado, transmitiéndole su fuerza y su cariño, con una caricia, con un beso, un abrazo porque no todo es química, y aunque la ciencia nos diga que la niña es muy pequeña para sentir, todos apelamos y confiamos en algo superior a la ciencia, a algo que supere la frialdad de los datos, superior a nosotros, algo invisible pero muy real. Los padres iban a estar a su lado fuera el resultado que fuera. No podían influir demasiado en el resultado de la carrera, esta carrera debía correrla Leire, ella sola. Y lo hizo…
Hoy puedo decir que Leire no ha llegado a meta. ¡Qué nadie se asuste! Sigue corriendo, no ha llegado a meta porque no hay ninguna meta, pero no solo para ella, sino para ninguno de nosotros. Todos seguimos corriendo en esta carrera que es la vida, tú, yo y Leire sin saber donde está el final. Porque, gracias a Dios o gracias a eso invisible, Leire sigue en carrera. Y que siga muchos años más…
Maria y Clemente, los padres de Leire, junto con el resto de la familia hicimos en su día la promesa de visitar el Monasterio de Leire si todo iba bien. Así lo hemos hecho.
Acabamos de leer lo que has escrito sobre Leire, y aunque lo hayamos vivido en primera persona, seguimos emocionandonos al recordar todo lo vivido. Leire es una superviviente y una luchadora. Agradeceros a toda la familia por vuestro apoyo y animo. Todavia queda mucho por recorrer pero tenemos la esperanza de que todo vaya bien. Y gracias por la delicadeza que has utilizado para contar lo que ha sido la lucha por vivir de Leire.
ResponderEliminarEskerrik asko.
Clemen, Maria eta LEIRE.
Me alegro mucho por todos, de que todo se haya normalizado y de alguna manera lo hayáis podido celebrar con esa pequeña promesa.
ResponderEliminarUn abrazo enorme para todos.
Emozionantie benetan!!
ResponderEliminarSuerte on bat Leireri eta animo ASKO famili guztijeri.
Unitxer