miércoles, 18 de abril de 2012

EL PROXIMO ICEBERG DE LA ESPECIE HUMANA


El sábado pasado, 14 de abril, se cumplieron 100 años del hundimiento del TITANIC. A las 23:30 de la noche, “el barco insumergible”  colisionó contra un iceberg y dos horas y media más tarde yacía a 4000 metros en el fondo del mar. 

Estos días nos invaden todo tipo de documentales acerca de la tragedia. Yo no hablaré acerca del Titanic, mejor que veáis un buen documental  pero sí quiero comentar uno de los documentales que he visionado estos días “Titanic: La ultima palabra” de James Cameron, realizada junto con National Geographic. Después de dirigir la película Titanic en los 90, Cameron vuelve al Transatlántico para continuar con la investigación e intentar llevar algo de luz a temas que en su día quedaron en la sombra e incluso corregir y dar nuevos enfoques a asuntos que en su día se dieron por sentado. Un trabajo digno del mejor CSI, trabajo realizado junto con ingenieros navales, militares, historiadores, etc. 


Mucho se ha hablado durante este siglo acerca de las decisiones del capitán, que si se podría haber salvado a más gente, que si los botes eran insuficientes, que si hubiera dado marcha atrás después de la colisión, que si se hubiese colisionado frontalmente los daños hubiesen sido menores,… ¿nosotros lo hubiésemos hecho mejor?... es más… teniendo la información que tenemos en la actualidad ¿podríamos haberlo hecho mejor?.

Al margen del magnifico análisis forense que realiza el equipo, me quedo con una última reflexión que nos brinda James Cameron, utilizando una parábola entre el Titanic y nuestra realidad actual, nuestra descompensación social y económica.


La traducción es literal:

“… Parte de la parábola del Titanic es sobre la arrogancia, el orgullo desmedido, en el sentido de que somos muy grandes como para caer…
¿Dónde escuchamos eso antes?

Había una maquina enorme, este sistema humano que iba hacia delante con tanto impulso que no pudo dar la vuelta, no pudo detenerse a tiempo para evitar un desastre y es eso lo que tenemos en este momento. Dentro de ese sistema humano, a bordo de ese barco, si se quiere hacer un microcosmos para el mundo, hay diferentes clases; la primera clase, la segunda clase y la tercera clase.

En nuestro mundo tenemos en la actualidad naciones desarrolladas y naciones subdesarrolladas. Tenemos los millones de hambrientos que serán los mas afectados con el próximo iceberg que golpeemos que será el cambio climático.

Podemos ver ese iceberg frente a nosotros pero no podemos dar la vuelta, no podemos girar debido al impulso del sistema, el impulso político, de los negocios…

Hay tanta gente haciendo dinero con el sistema, por la forma que el sistema funciona en este momento, esas personas tienen, en realidad, las manos sobre las palancas del poder y no están preparados para soltarlas y hasta que no lo hagan no podemos girar para evitar golpear el iceberg y los golpearemos y cuando lo  impactemos los ricos aún tendrán acceso a los alimentos, a la tierra de cultivo, al agua y a lo demás. Serán los pobres, será la tercera clase la que será impactada y eso fue así con el titanic. Y creo que es por eso que a la gente siempre le fascinara esta historia porque es un retrato perfecto del mundo y todo su espectro social. Pero no es sino hasta que nuestras vidas estén en riesgo, el momento de la verdad no sabremos lo que haremos… y esa es mi última palabra…"

¿Compartiremos la especie humana el mismo destino que el Titanic?


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