2004
SUPER SIZE ME
Muchos de vosotros habréis oído hablar de la película SUPER SIZE ME (2004). La película/documental está protagonizada por Morgan Spurlock, un individuo que subsiste durante 30 días (febrero de 2003), con la alimentación que proporciona exclusivamente McDonald's. Se puede comprobar los efectos que tiene este estilo de vida en la salud física y psicológica. En el film también se explora la influencia de las industrias de la comida rápida, incluyendo la forma en que se alimenta a la mala nutrición para su propio beneficio. Durante el rodaje, Spurlock comía en los restaurantes McDonald's tres veces al día, llegando a consumir un promedio de 5000 kcal diarias (el equivalente de 9,26 Big Macs).
Antes del inicio del experimento, Spurlock tomaba una dieta variada. Era sano y delgado, y medía 188 cm de altura con un peso de 84,1 kg. Después de treinta días, obtuvo una ganancia de 11,1 kg, un 13% de aumento de masa corporal aumentando su índice de masa corporal desde 23,2 (dentro del rango «sano» 19-25) a 26 («sobrepeso»). También experimentó cambios de humor, disfunción sexual y daño al hígado. Spurlock necesitó catorce meses para perder el peso que había ganado.
El factor que impulsó a Spurlock para hacer la investigación fue la creciente propagación de la obesidad en todo EE.UU., que el Cirujano General declaró como «epidemia», y la correspondiente demanda judicial contra McDonald's en nombre de dos niñas con sobrepeso, que se alegó que se convirtieron en obesas como resultado de comer alimentos de McDonald's. Spurlock señala que aunque el juicio contra McDonald's falló, gran parte de la misma crítica contra las compañías de tabaco se aplica a las franquicias de comida rápida. Aunque se podría argumentar que la comida rápida, aunque es psicológicamente adictiva, no es tan adictiva como la nicotina.
2012
CUMPLE DOS AÑOS FOTOGRAFIANDO LAS MISMA HAMBURGUESA
La fotógrafa neoyorquina Sally Davies celebró hoy el segundo aniversario de su proyecto "Happy Meal", con el que cuelga en internet las imágenes que toma casi diariamente de una hamburguesa que compró en 2010 en una conocida cadena de comida rápida. Al paso del tiempo, se conserva sin problemas.
"Me cuesta creer que han pasado dos años desde el día en que la compré. Yo parezco dos años mayor, pero para la hamburguesa no pasa el tiempo". La fotógrafa inició su particular experimento fotográfico el 10 de abril de 2010, cuando adquirió un menú infantil en un establecimiento de la cadena McDonald's.
Desde aquel día, Davies ha fotografiado repetidamente los componentes del menú -la hamburguesa, con su bollo de pan, y las patatas fritas- para comprobar la reacción al paso del tiempo de los alimentos y respaldar su opinión de que no se trata de productos beneficiosos para la salud.
"Continuaré fotografiando la hamburguesa hasta que se desintegre, lo que puede llevarme el resto de mi vida natural", explicó la artista, quien ha constatado cómo en los 730 días que lleva dedicada a fotografiar ese ejemplo de comida rápida muy poco ha cambiado en los componentes del menú infantil.
Hasta ahora, lo único que se ha modificado más es el pan que se ha secado y partido en dos en alguna parte, mientras que la carne de la hamburguesa, tras los primeros días, quedó "como una piedra" y se encogió un poco, y las patatas fritas tienen casi el mismo aspecto.
A continuación, 2 fotografias que ilustran la evolución de la comida desde el primer día hasta el día 730.
Davies defiende así que los alimentos han experimentado cierta deshidratación pero no han iniciado ningún proceso de putrefacción, lo que indica las pocas cualidades nutricionales que puede tener "un alimento que no se pudre ni se corrompe con el paso del tiempo". Aseguró que sus perros "ni siquiera se han acercado a la comida".
La exitosa fotógrafa explicó que "no sólo se trata de McDonald's, sino también de otras cadenas de comida rápida" y aseguró con vehemencia que los estadounidenses son "adictos" a ese tipo de comida, lo que a su juicio está "enfermando a todo un país que ha cometido, desde hace años, un gran error orgánico y alimenticio".
El conocido como "Happy Meal Project", en honor al menú infantil que vende McDonald's en todo el mundo, cuenta ya con centenares de fotografías que pueden verse en su página web así como en sus cuentas de Facebook y Flickr, donde ha llegado a ser un fenómeno viral.
Mucho mejor la comida de tu pueblo!!! Un abrazo!!!
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