jueves, 7 de junio de 2012

DEPORTE Y SONRISAS

Otro curso está llegando a su fin. Dentro de poco los profesores empezaremos a oír aquello de… ¡qué morro tenéis, menudas vacaciones! o ¡Qué bien vivís los profesores!, etc. A estas personas, yo por lo menos, siempre les doy la razón e incluso les animo a que dejen sus respectivos trabajos y que se vengan al mundo de la enseñanza pero ahí el asunto cambia y te comentan… ¡es que no sé si podría aguantar a los adolescentes, tanta hormona sin control! ¡Es que los chavales de hoy en día no tienen educación! ¡Es que yo no tengo paciencia para eso! ¡Si aguantar a los alumnos tiene que ser duro, no te digo lo que tiene que ser aguantar a los padres!,... En definitiva, que envidian nuestras vacaciones pero no nuestro trabajo.

Yo soy profesor de educación física en la ESO, es decir, doy clases a alumnos que tienen entre 12 y 16 años (algunos incluso pueden llegar a tener hasta 18). Son 4 años intensos en los que los alumnos sufren muchos cambios tanto a nivel físico como a nivel mental. Les recibes siendo unos niños y les despides siendo unos jovencitos. En cuanto a mi asignatura se refiere, procuro enseñarles el mayor numero de deportes y juegos deportivos que puedo, las características de cada uno, los modelos técnicos, el material,… pero sobre todo los valores que acompañan al deporte.

Hoy les he dejado a los mayores (4º de la ESO) la hora de educación física libre, es decir, he dejado a cada uno que practique el deporte que quiera. Yo me he sentado a observarlos casi toda la hora y me ha dado por reflexionar. He tenido la sensación de que nuestro trabajo es como el de una cadena de montaje. Me explico: coges una pieza (un alumno), lo tratas y trabajas con el durante 4 años y luego lo pasas a la siguiente fase (el instituto) y vuelves a recibir una hornada de piezas nueva y el proceso vuelve a comenzar, llegan y se van, llegan y se van,… Para cuando te das cuenta han pasado 13 años. Tú eres 13 años mas viejo pero ellos siempre tienen 12 o 16. Una vez que dejan el colegio, les sigues la pista durante un par de años y luego nada. Luego, les ves al de unos años, te quedas a hablar con ellos y te das cuenta que no te acuerdas de sus nombres, no sabes si estudian o si trabajan, y suele ser un momento complicado. Ellos te recuerdan perfectamente, pero tú a ellos no.

Durante ese tiempo de reflexión me he dicho a mi mismo: Julen, ¿qué les has dejado a estos que se van? ¿Qué les has aportado o enseñado? ¿Qué recordaran de ti o de todo lo que les has intentado enseñar? ¿Recordarán cómo se hace un doble ocho para la escalada, o la técnica de crol, o las inmovilizaciones de judo o el saque de tenis? ¿Recordarán como se hace un placaje en rugby o el reglamento de balonmano? Muchos alumnos se han enamorado de algún deporte que desconocían al principio y después de practicarlo en clase han continuado fuera del horario escolar, en los respectivos clubes del pueblo. Algunos incluso han llegado lejos. Otros muchos siguen practicando el mismo deporte de siempre y eso está muy bien pero yo les digo que también hay que conocer otros deportes, por lo menos para decir que no te gustan. También hay los que no quieren saber nada del deporte o del esfuerzo físico. A estos también hay que respetarlos. 




Sinceramente, no creo que tarden mucho en olvidar la mayoría de las cosas que han aprendido conmigo. Pero tampoco me importa. Lo más importante son las sensaciones que han tenido en el periodo de aprendizaje. Que olviden las cosas no me preocupa tanto, pero me gustaría que no olvidasen los sentimientos que han tenido cuando han escalado, patinado, nadado o simplemente jugado. Para mí siempre ha sido muy importante que acabasen la clase con una sonrisa y al poder ser habiendo disfrutado. Algunas veces lo conseguía, otras no. Lo que pretendo es que se vayan habiendo disfrutado con el deporte y que recuerden a su profesor como alguien que vivía el deporte y que intentó inculcarles los valores y el amor por el mismo. A lo que aspiro es a que algún día digan… ¡qué bien me pasaba haciendo deporte en la escuela!






5 comentarios:

  1. Seguro que mochos te recordarán Julen. Al profesor de matematicas tambien, aunque quizas no por lo mismo...jejeje

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  2. Oso ona Julen. Ez nintzen zure ikaslea izan, zoritxarrez. Baina zuri buruz entzuten dodazanak lana ondo egiten dozun seinale da.

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  3. Muy buena entrada, y muy buen blog eo tuyo Julen, que lo acabo de descubrir.
    Un saludo de otro maisu.
    Arkaitz.

    http://multikirolari.blogspot.com.es/

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    1. Gracias Arkaitz. Me alegro que te guste. Yo también indagaré en tu blog. Ondo izan.

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