miércoles, 11 de abril de 2012

MARCO OLMO, LA LEYENDA

En estos momentos se está corriendo la etapa reina/larga del Marathon Des Sables (MDS). Como todos los años, reviso la lista de participantes en busca de una persona, de una leyenda… Marco Olmo. Todos los corredores de montaña conocen a este corredor de Robilante, Italia. Nacido el 8 de octubre de 1948, Marco cumplirá este año 64 años. Pero no os dejéis engañar por la edad, Marco es posiblemente uno de los mejores corredores de ultrafondo que hay y digo hay porque aún sigue corriendo. Es probable que no pueda competir con los mejores corredores de la actualidad, por lo menos en montaña pero con una mochila, en autosuficiencia y en un desierto… es una apisonadora. Mantiene un ritmo constante, desde principio a fin. Esto puede parecer una tontería pero ser capaz de mantener un ritmo de 7 min/km durante 166 km y 9500 m. de desnivel positivo que tiene el UTMB… ¡tela marinera! Bueno, en este momento es el 15º clasificado en la general del Marathon Des Sables, palabras mayores.

Tuve la ocasión de conocer a Marco Olmo en el MDS del 2008 y además de sacarme la foto de rigor, tengo dos anécdotas con él. Permitidme que os las cuente. 
La primera: Etapa larga del MDS, 75 km. Los 50 primeros clasificados salen 3 horas más tarde que los demás, es decir, unos a las 9:00 a.m. y los demás a las 12:00. Después de unas 9 horas corriendo, alrededor del km 60, yo pensé: “Los primeros clasificados ya me han adelantado pero parece que Marco hoy no va a llegar antes que yo”. ¡Ingenuo de mí! En esto que miro hacia atrás y veo a lo lejos a dos corredores y reconozco a uno, Marco. Yo instintivamente aumento el ritmo, menuda tontería. Vuelvo a girarme y me doy cuenta que están algo mas cerca. Sigo apretando, miro y lo mismo, cada vez más cerca. A pesar de aumentar el ritmo ellos se acercaban. Pasó a lado mío y le dije: ¡Muy bien Marco, mucha suerte! El respondió simplemente: “Grazie”. Luego me quedé mirándolo y la verdad es que no iba rápido pero para mí demasiado. Ese día Marco Olmo llego antes que yo, a pesar de salir 3 horas más tarde.





La segunda: Día de descanso en la carrera. Después de correr 75 km. la víspera, ese día tocaba descanso. Cada uno aprovecha ese día como puede, se lame sus heridas, estira, está más tranquilo. Recuerdo que me puse a estirar, me tumbe boca arriba, cerré los ojos y cuando los abrí… ví una figura a contraluz observándome, era lo más parecido que había visto a Don Quijote de la Mancha. Me puse la mano en la frente para tapar el sol y cuál fue mi sorpresa cuando comprobé que era Marco Olmo. Estaba paseando por las haimas y se detuvo un momento en la mía y algo le llamó la atención. Yo dí un brinco y me acerqué a él y le dije: ¿Qué tal estás Marco? Él contestó: “Bene, Bene… Mi dispiace, ma io non parlo lo spagnolo”. Yo aproveché para hacerle alguna pregunta, recuerdo que le pregunté acerca del UTMB de ese año pero no recuerdo los detalles. Charlamos no más de dos minutos y luego nos despedimos, deseándonos suerte. No fue nada, pero para mí fue especial.

Gente como Marco Olmo es necesaria en los días que vivimos porque nos recuerda que correr es solo correr, que tenemos mucha tontería y que para correr mucho hay que entrenar. Me explico. Marco es un hombre de pocas palabras pero mucho sacrificio. La indumentaria de Marco no ha cambiado demasiado desde que le sigo. En plena explosión de tejidos y materiales ultraligeros, resistentes y protectores contra la meteorología adversa, la ropa de carrera de Marco es, pantalón de atletismo muy cascado, camiseta de running vieja con cuatro logos de sus patrocinadores , una gorra, los últimos años lleva una mochila Raidlight modelo Olmo, minimalista, pero hasta hace unos años utilizaba una mochila de la marca Invicta más propia de turismo que de running y zapatillas Mizuno de correr en asfalto (aunque corra en montaña o desierto). Su aspecto no iba en concordancia con su nivel, como si eso fuese importante. Ah!, se me ha olvidado! y aunque parezca mentira un reloj de manecillas, es decir, ¡ni GPS, ni pulsómetro, ni cronometro… nada! Un reloj que podríamos encontrar en cualquier tienda de electrodomésticos por 20 euros. Eso sí, en su día le oí decir que entrenaba todos los días 2 horas y los fines de semana entre 6 y 8 horas. Al año solo descansaba un día, el día después del MDS.




Yo, (y digo yo porque soy el primero en reconocer que estoy dentro de ese remolino consumista en el que vivimos) en cambio, ahí ando siempre investigando lo último en material, el mejor GPS, ¿qué me irá mejor camiseta de manga corta o sin mangas? ¿Pantalón corto o mallas?... Y al final de lo que te das cuenta es que lo único que te hará mejorar es el tiempo y esfuerzo que dediques a lo que te gusta. La marca y modelo de zapatillas no modificará mucho tu resultado final, a no ser que te confundas gravemente, ni con la camiseta sin mangas último modelo mejorarás demasiado. Yo por lo menos no lo creo. Pero si entrenas 2 horas diarias, de manera razonable, y los fines de semana realizas una tirada de 6-8 horas y si tu cuerpo es capaz de asimilar esta carga de trabajo estoy seguro que mejorarás tus resultados ¡aun corriendo en pijama! 

Hoy escribo esto pero no descarto que mañana traicione todo lo que he explicado y vuelva a ser seducido por nuevos productos, camisetas maravillosas y electrónica alienígena y me diga a mi mismo: ¡que bonito! ¡Con esto iré mejor! Es más, después de publicar este post quiero ver el nuevo GPS de la marca Suunto, el Ambit. Mi antiguo GPS murió, ¿necesito uno nuevo? ¡Sí! ¿Seguro? ¡Sí!… pero ¿seguro?... Umm… No lo sé… Por lo menos me consuelo pensando que hoy en día, cuando decido comprar algo en internet, por cada producto que compro, hay 9 ocasiones en las que me echo atrás, reflexiono y digo… ¿realmente lo necesito? Y no lo compro.

Para terminar, en unas declaraciones le oí decir a Marco… “cuando deje de ganar carreras, la gente me olvidará”. ¡Qué confundido estabas Marco!

3 comentarios:

  1. Muy bueno el ejemplo de Marco Olmo en esta época de "aparatitos" hasta para algo tan primario como correr.
    Enhorabuena por el blog.

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  2. Amen!!! He llegado por casualidad a tu blog. Enhorabuena. Te seguiré.

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