LEGADO

Si tenéis 20 minutos os invito a ver el siguiente documental. El video gira entorno a la trágica muerte de Iñaki Ochoa de Olza pero sobre todo trata la operación de rescate que se organizó para ir en su busca. Cómo se organizó, quiénes tomaron parte, las decisiones que se tomaron, los riegos, etc. Creedme, merece la pena verlo.

En el video se habla del intento de rescate de Iñaki pero también de su persona, de la huella que ha dejado en los demás, de su legado. Posiblemente no estaría catalogado como mejor alpinista del mundo, ni poseedor del ningún record de ascenso, ni tampoco habrá subido los 14 ochomiles (si no me confundo creo que llegó a coronar 12) pero protagonizó más de 200 expediciones al Himalaya.

Falleció el 23 de mayo de 2008, durante la ascensión al Annapurna, donde sufrió daños cerebrales y un edema pulmonar que le provocaron una pérdida del conocimiento y, finalmente, la muerte. Su cuerpo se encuentra en dicha montaña a 7.400 metros de altura por expreso deseo de su familia tras su fallecimiento. Cuando los mejores himalayistas del mundo (entre ellos Dennis Urubko) deciden poner en peligro sus vidas y ascender 3000 metros en 24 horas para salvarle la vida a uno, eso es por algo. Cuando uno de los alpinistas más rápidos del mundo (Ueli Steck ) decide ir a rescatarte sólo con la ayuda de 2 piolets, sin asegurar… es por algo o cuando un sherpa decide pagar de su bolsillo los gastos del helicoptero de rescate porque tú no eres un cliente sino un amigo… ESO ES POR ALGO. Y mi reflexion es la siguiente: ¿se puede ser el mejor sin ser el primero? ¿puede la gente recordarte con cariño aunque no seas poseedor de ninguna marca? ¿que legado es más importante el del record, el de los números o el del reconocimiento o el cariño?

Muchas de las gestas realizadas por el ser humano nacen de un fracaso, de un error, si se puede llamar así. Relacionamos las grandes hazañas con los grandes logros, con objetivos cumplidos, con misiones que se han culminado con éxito como por ejemplo, la conquista del Everest, la llegada del hombre a la luna o la conquista de los Polos. Pero en muchas ocasiones, una operación de rescate, sobrevivir en los Andes después de un accidente de avión o el conseguir traer de vuelta un transbordador espacial, victima de un pequeño infortunio, son acontecimientos que merecen la pena conocerse y valorarse en su justa medida. Si como consecuencia de ese rescate se consigue salvar una vida la noticia puede llegar a conocerse, por su final feliz, pero ¿cuántas veces nos hacemos eco de los rescates fallidos? Yo desde luego, muy pocas veces.

Iñaki Ochoa de Olza tenía un sueño por cumplir en su vida. Quería devolver a los niños más pobres, huérfanos y necesitados de los países con montes de más de 8000m parte de lo que él había recibido. Por eso, quería recaudar fondos para construir un orfanato en Katmandú, un Hospital infantil en Pakistán y una escuela en Dharamsala (sede del exilio Tibetano). Desgraciadamente no pudo ver cumplido su sueño.

Os dejo unas frases que me han calado hondo:

“En nuestra sociedad no estamos preparados para la muerte,
la muerte es lo que rompe radicalmente nuestro confort, nuestra seguridad.
Es la vida, es que la vida sin la muerte no tiene sentido.”
 Iñaki Ochoa de Olza

 “… realmente, los padres lo que queremos es que los hijos sean felices, no que sean abogados “
 Pilar Seguín (madre de Iñaki)

“El riesgo está en el Himalaya, por supuesto, pero el riesgo está también en vivir” Pilar Seguín (madre de Iñaki)
 
“La vida hay que vivirla… si tienes un sueño persíguelo” Cristina Orofino (amiga de Iñaki)

“El mayor riesgo en la vida es no ser feliz” Guillermo Ochoa de Olza (hermano de Iñaki)


El video:
                                      Parte 1/2

                                    Parte 2/2