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miércoles, 18 de junio de 2014

EARTHLINGS. TERRÍCOLAS.

Hacía tiempo que veía algo tan impactante. De verdad. La crueldad de las imágenes es…

Joaquin Phoenix, que pone la voz al documental, ha comentado: "De todas las películas que he hecho, ésta es de la que más gente habla. Por cada persona que ve Earthlings, esta persona le hablará a tres personas más sobre la película." Ahí es nada. Palabras de un magnífico actor que ha intervenido en películas de la talla de "Gladiator" y “En la cuerda floja”, entre otras.

Earthlings es un documental acerca de cómo los humanos utilizan actualmente a los animales de otras especies. Para ello se utilizan cámaras ocultas e imágenes del día a día de las prácticas de algunas de las más grandes industrias del mundo que se enriquecen con los animales. El documental está dividido en cinco partes: mascotas, alimentación, pieles, entretenimiento y experimentación. Muestra la total dependencia que el hombre tiene en los animales, acentuando la total falta de respeto y humanidad de muchos para con lo que ellos llaman “recursos naturales”. En la hora y media que dura el documental, nos muestran cuán lejos llega el maltrato que el hombre da a todo tipo de animales para satisfacer sus necesidades económicas. La finalidad del documental es la denuncia de las actividades especistas a las cuales la mayoría de la población está habituada y cuyo tipo de discriminación se ha normalizado hasta la fecha.






Earthlings tardó cinco años en producirse. Lo que comenzó como una serie de Anuncios de Servicio Público, fue convertido en un largometraje de cine, ganador de múltiples premios internacionales. Su escritor y director, Shaun Monson, inició el proceso con escenas de animales en los refugios en South Central LA, Long Beach y North Hollywood. Pronto su interés se trasladó a otras esferas de problemas, como la alimentación y la investigación científica. Con el tiempo, él acumuló una pequeña biblioteca de material de varias organizaciones de bienestar de los animales, y comenzó a editar. La información llegaba gradualmente y el proceso fue lento. Pero el resultado juzgarlo por vosotros mismos. 





Laura, mi mujer, iba y venía del salón. Quería ver pero le resultaba difícil. Yo he tenido que apartar un par de veces la mirada de la tele.

¡No puede ser! -me decía a mismo. Serán casos aislados. Pero al principio del documental lo dice claramente, nada de casos aislados, nada de cuatro chalados a los que se les va la cabeza… Lo podéis comprobar en la versión doblada al castellano.

Luego me he dicho que eso no ocurrirá aquí. Típica reflexión huidiza. Las cosas desagradables siempre ocurren en otro lugar y a otros… El ir y venir o el apartar la mirada es la reacción típica ante lo que no nos gusta, al “no ver” queremos pensar que eso que tanto nos perturba desaparece por arte de magia. Al retirar la mirada o cerrar los ojos, nos sentimos menos culpables.

Eso también lo hacíamos en la niñez. ¿Lo recordáis? Por la noches, cuando teníamos miedo, apartábamos la mirada del armario de la habitación (morada de un terrible monstruo, que en mi caso recuerdo que era Fredy Krueger; ¡nunca me pregunté qué haría el pobre Fredy Krueger dentro de mi armario, sin salir tanto tiempo…!) o del pasillo. De este modo, el monstruo desaparecía o quizás, al no mirarle, él tampoco nos vería.

Pero ahora ya no somos niños… o eso creo.

Hay muchas cosas que me han llamada la atención del film, que me han impactado pero sobre todo que me han hecho reflexionar:

“… La gente prefiere asumir que la carne que compra proviene de un animal que murió sin dolor. Pero realmente no quieren saber nada al respecto…”

“… El acto de matar un animal es muy perturbador. Se ha dicho que si cada uno tuviera que matar para procurarse su propio alimento, todos seríamos vegetarianos…”

“… Nos sentimos más cómodos en la ignorancia que en la culpabilidad…”


Dejemos de mirar a otro lado. Asumamos nuestra responsabilidad. Hagamos la conexión.

P.D.: Si la imagen del perro (sin piel) que os he mostrado os ha impactado, sabed que aún seguía vivo después del despellejamiento…


Un abrazo a todos.

Aquí tenéis los videos: El primero en versión original, con la voz de Joaquin Phoenix y subtitulada. La segunda doblada al castellano.






viernes, 6 de diciembre de 2013

NO DEJES DE CREER EN LA MAGIA

Esta semana, Unai, nuestro hijo mayor (8 años) nos ha hecho la pregunta que tanto temíamos últimamente mi mujer y yo:

- Ama, un niño de la ikastola nos ha dicho que Olentzero (algo parecido a Papa Noel en Euskadi) no existe. ¿Es verdad?

Yo estaba en la cocina preparando la cena. Mi mujer con Ander en el salón. Ambos nos hemos quedado de piedra. Pero ese asombro era el que no debíamos transmitirle a Unai. Era necesario que Unai no considerase esa pregunta como algo importante, algo como que a los padres le ha costado responder, que no sabían qué decir porque eso podría despertar nuevas dudas, nuevas preguntas. Afortunadamente no ha comentado nada de los Reyes Magos… aunque creo que algo le ronda en la cabeza, lo presiento.

Laura y yo ya nos estábamos preparando para esta situación pero como os digo, aunque previsible con 8 años, el asombro ha sido importante. ¿Y qué le decimos? ¿Le decimos la verdad? ¿Le mentimos? No queremos que se termine la magia pero tampoco queremos que sea un tonto en la escuela. ¿Hasta cuando podemos estirar dicha magia?... y decidimos lo siguiente: Que lo decida él. Que sea el que marque el ritmo, que su razonamiento le lleve a la conclusión que deba llevarle, nosotros no le alentaremos ni le entorpeceremos en su camino. Eso sí. Si nos hace la pregunta tan directa como temida: ¿Aita, Ama, sois vosotros los Reyes Magos? Ante esta pregunta hemos decidido responderle con franqueza, ser sinceros porque lo que no queremos es que nuestro hijo piense, más adelante, que sus padres le mintieron.

Yo recuerdo el momento en el que me enteré de todo. Recuerdo quién me lo dijo y dónde. Desgraciadamente, ese momento queda grabado para siempre. El desencanto es enorme.

Todos los años, por estas fechas, suelo visionar con Unai la película Polar Express. No gusta a los dos, bueno, yo creo que a mí me gusta aún más. Nuestras películas favoritas son Hermano Oso Polar Express.




Polar Express relata las aventuras que vive un niño, de ocho años de edad en la noche del 24 de diciembre, justo cuando comienza a perder la esperanza de continuar creyendo en la existencia de Santa Claus y el espíritu que conlleva celebrar la Navidad.

Al prepararse para dormir, un estruendoso ruido se escucha frente a su habitación ocasionado por un enorme tren que se ha detenido justo enfrente de la puerta de su hogar. El niño sale impresionado de su habitación y, mientras está explorando el exterior del misterioso tren, es invitado a abordarlo por el billetero o pica-billetes del mismo (Tom Hanks) y, aunque se niega primeramente, al final termina corriendo para subirse a bordo. Y comienza la aventura que le llevará al Polo Norte y a conocer a… 

Siempre disfrutamos viéndola. Observar la cara de mi hijo en ciertos momentos mágicos de la película es algo maravilloso. Comprobar que tu hijo está empapado de esa magia, de esa ilusión… ¡en fin! Un año le regalamos, bueno, perdón, los Reyes le trajeron un cascabel sonoro. El que haya visto la película lo entenderá… Lo agitó y sonó… ¡Mágico!




Este año volveremos a verla pero me temo que sea el último año que Unai la vea con los ojos de un inocente niño. Seguirá siendo un niño pero de otra manera. Unai se ajusta este año perfectamente a las características del niño de la película. Cuando la veamos creo que estaré más pendiente de la cara, de la expresión de mi hijo que de la película. Intentaré descifrar su expresión facial, ver si refleja algún gesto de duda o incredulidad o por el contrario si todavía la magia continua…

También soy consciente de que puede que Unai sepa la verdad y que haya decidido alargar la magia o que le parezca inverosímil que sus padres sean los Reyes. Puede ser. En la cabalgata del año pasado nos preguntó porque Melchor necesitaba una goma para sujetar la barba… y este año nos hemos cruzado en Bermeo con el cartero de los Reyes Magos y me ha preguntado a ver qué hace el cartero de los Reyes Magos, en noviembre, en la calle y sin su indumentaria de gala… Demasiadas preguntas.

Una etapa de la niñez está llegando a su fin y mi mujer y yo lo sabemos. Nada volverá a ser lo mismo, podrá seguir siendo maravilloso pero ya no será mágico. Es ley de vida y digo yo… ¡maldita ley!

Yo no quiero vivir en un mundo sin magia. No quiero un mundo donde el ser humano encuentre las respuestas a todo. Quiero que haya circunstancias ante las cuales el ser humano no tenga respuestas, que se nos escapen, que no logremos entender. Eso nos hace más humildes, nos hace entender que es posible que haya algo superior a nosotros y que nuestra inteligencia nos permite dar respuestas a muchas cosas pero no a todas. Porque cuando no haya secretos, cuando no haya desafíos… ¿Qué nos quedará?

El año que viene cumplo los 40. Sigo creyendo en la magia, en otro tipo de magia. En la magia de la naturaleza, en los atardeceres de verano, en la belleza de los bosques en otoño, en momentos únicos con los tuyos, inolvidables… He tenido el privilegio de visitar y correr en lugares mágicos. 

Sí, la verdad, creo en la magia. Y quiero seguir creyendo.

P.D.: Por cierto, siempre me he preguntado… ¿Cómo les da tiempo a los Reyes de visitar todas las casas en una sola noche? ¿Y dar cuenta de los polvorones y el champan que se les deja? ¡Serán ultrafondistas! 






jueves, 26 de julio de 2012

HACIA RUTAS SALVAJES (Into the wild)

Ayer volví a ver la película “Hacia rutas salvajes”. A los que no la habéis visto os la recomiendo. 




¿Por qué un buen estudiante y deportista, querido por su familia y amigos, lo abandona todo y acaba muriendo de inanición en un solitario rincón de Alaska?

En el verano de 1990 Chris McCandles donó todo el dinero de su cuenta corriente a una organización humanitaria y abandonó el espartano apartamento en el que había vivido hasta su graduación en la universidad. Sólo se llevó consigo un exiguo equipo de acampada, un puñado de dólares, que luego quemó junto con toda su documentación y su viejo coche de segunda mano (que luego abandonó). Pertenecía a una familia acomodada de Washington D.C., su padre había trabajado para la NASA y llevaba desaparecido desde hacía dos años, justo después de graduarse en la universidad Emory de Atlanta. 



No se despidió de su familia. Adoptó el nombre de Alexander Supertramp y con él emprendió un largo periplo por el sur y el oeste de Estados Unidos y, finalmente, por Alaska. Desde que no era más que un niño McCandless se había sentido atraído por los grandes espacios naturales. Desbordaba energía y era un romántico admirador de la obra de Henry David Thoreau y Jack London, cuyos libros no dejaba de releer y subrayar. Para él Alaska era un gran imán que lo atraía sin que pudiera hacer nada por resistirse. Cómo es la vida, después de conocer el desenlace de la aventura de Alexander Supertramp, su idolatrado Jack London se había burlado de él diciendo: “No tenía ninguna razón para embarcarse en una aventura semejante, ninguna en absoluto, salvo que padecía de un desarrollo anormal de sentimentalismo. Y lo confundió con el verdadero espíritu de romanticismo y aventura”.

Su trágico final, combinado con su extraña desaparición y el origen acomodado del chico provocaron que la historia encontrara amplio eco en los medios de comunicación de Estados Unidos. 


La aventura y el fatal desenlace, ocasionaron una cascada de críticas y alabanzas. Se dijeron de él cosas como que era un niñato temerario e irresponsable, por pretender adentrarse en las tierras de Alaska sin llevar consigo cosas tan esenciales como una brújula, un mapa, un hacha o un arma de gran calibre. El equipamiento de Chris consistía apenas en un saco de arroz, un rifle del calibre 22 y una guía de plantas. También que fue arrogante, estúpido, insensible y terriblemente egoísta por haber causado tanto dolor innecesario a su familia, con la que no se puso en contacto en ningún momento después de su desaparición.  




Pero también fue y es admirado por muchos. Admirado por personas que ven más allá del desenlace que tuvo, que escarban en la historia y ven a un chico que quiso alejarse de una vida acomodada y artificial, de una vida de consumo y reglas y tuvo la valentía de deshacerse de todo y dar marcha atrás. Cierto es que su falta de conocimientos le jugaron un mala pasada en un entorno implacable pero si la historia hubiese tenido otro final, es posible que ahora mismo Chris McCandles fuese un héroe, un modelo a seguir y se escribirían libros y canciones acerca de él. Así somos.

Es imposible no sentir, por momentos, un pinchazo de envidia por el estilo de vida que llegó a tener. Esa comunión con la naturaleza, la vuelta a los orígenes, a lo básico y dejar las cosas superficiales a un lado. Dejar de dar importancia a las cosas porque como bien merece la pena recordar… “las cosas más importantes en la vida no son cosas”. Es innegable que hay que ser valiente o terriblemente irresponsable para hacer lo que hizo, no lo sé, desde luego a mí, el chico no me parecía ningún estúpido. 






A finales del verano de 1992, un grupo de cazadores se adentró en una zona de Alaska conocida como Distrito del Lobo, al este del Parque Nacional de Denali. Estos llegaron al destartalado autobús y se encontraron con una sorpresa desagradable. Por los alrededores había señales de que alguien había estado viviendo allí durante meses. Y dentro, en una de las literas, envuelto en un saco de dormir, descansaba un cadáver.

La autopsia dictaminó que Chris McCandless había fallecido de hambre.




                                               TRAILER DE LA PELICULA


domingo, 27 de mayo de 2012

APOCALYPTO


Este post no necesita de mucha presentación. Es un momento de la extraordinaria película Apocalypto, en el que el uno de los ancianos del poblado y seguramente guía espiritual, habla del hombre y su avaricia.

Os dejo a continuación la traducción del video que podéis ver al final de la entrada. Espero que os guste.


... Y el hombre estaba sentado solo. Empapado hasta los huesos en tristeza. Y todos los animales se le acercaron y dijeron: "No nos gusta verte tan triste. Pídenos lo que quieras y lo tendrás".

El hombre dijo: "Quiero tener una buena vista". El buitre respondió: "Tendrás la mía".

El hombre dijo: "Quiero ser más fuerte". El jaguar dijo: "Serás fuerte como yo".

Luego el hombre dijo: "Anhelo saber los secretos de la Tierra". La serpiente respondió: "Yo te los enseñaré".

Y así fue con todos los animales. Cuando tuvo todos los dones que podían dar se marchó.


Y el búho les dijo a los otros animales: "Ahora el hombre sabe mucho y puede hacer muchas cosas. De pronto siento miedo". El ciervo dijo: "Ya tiene todo lo que necesita. Ahora su tristeza acabará". Pero el búho respondió: "No. Vi un agujero en el hombre, profundo como un hambre que jamás saciará. Lo hace triste y hace que siempre quiera más. Seguirá tomando y tomando hasta que un día el mundo dirá: "Ya no existo más y no me queda nada que dar".




martes, 13 de marzo de 2012

EL ULTIMO CAZADOR

De la mano de mi gran amigo Javi Subias, tuve la ocasión de descubrir la película “El último cazador”, dirigida por Nicolás Vanier. Auténticos tramperos como los de antes, tales como David Crockett, Jack London o Jeremiah Johnson, ya no existen en nuestros días. Todavía queda, sin embargo, una última alma que sigue viviendo según la antigua filosofía de los tramperos, conviviendo en armonía con la naturaleza. La ficción creada se basa en la vida de Norman (el último trampero), tiene 50 años y vive con Nebraska, una india Nehanni. La película nos hace partícipes de la lucha y drama que supone su vida diaria, y también de las aventuras y los peligros en las que sus perros son los principales protagonistas. Pescar, cazar, poner trampas, construir cabañas es más que una aventura, es una forma de vida. 


No encontraréis grandes diálogos, ni efectos especiales, ni interpretaciones dignas de un Oscar pero a la película no le hace falta, no van por ahí los tiros. Es casi más un documental que una película; cruda, bella, con una fotografía espectacular, nada edulcorada. No es más que la naturaleza en estado puro y un ser humano capaz de vivir en armonía con ella, adaptándose, respetándola, amándola. Si se presta la suficiente atención se pueden aprender cosas de ella. Los amantes de la naturaleza no podéis perdérosla.

Os dejo el tráiler de la película. Aunque esta inglés no tendréis problemas en conseguir la película en español.