No me considero un lector. No soy de esos que tienen siempre un libro encima de la mesilla de noche. Me considero más bien un “devorador esporádico”. Estoy un par de meses sin leer y luego me leo tres libros de una sentada. Sí… soy bastante irregular en este aspecto.
Hace un par de semanas realicé un pedido de tres libros. Uno, el libro de Scott Jurek “Correr, Comer, Vivir” que me lo estoy devorando ahora. El segundo, el famoso “Nacidos para Correr” de Christopher McDougall y por último ¡Corre! de Dean Karnazes, al que hoy voy a dedicar unas líneas.
Hace un par de semanas realicé un pedido de tres libros. Uno, el libro de Scott Jurek “Correr, Comer, Vivir” que me lo estoy devorando ahora. El segundo, el famoso “Nacidos para Correr” de Christopher McDougall y por último ¡Corre! de Dean Karnazes, al que hoy voy a dedicar unas líneas.
Hace ya varios años que leí su primer libro, Ultramaratón. Creo que es el único libro, junto con El Conde de Montecristo, que lo he leído dos veces. Cuando digo leer me refiero a completamente, es decir, no un capítulo o unas frases subrayadas,… enteritos. Ambos totalmente recomendables.
Hoy en día, poca gente se acuerda de Dean Karnazes pero en su día fue un pionero. No sé si todavía anda correteando por ahí pero desde luego no se oye nada de él. Fue de los primeros que se aventuró en las largas distancias y más en concreto en los ultratrails. La eclosión que ha sufrido o que está sufriendo hoy en día en mundo de los ultras se debe en gran medida a figuras como Dean. Nosotros hoy en día recorremos un sendero que abrieron otros hace mucho tiempo. Personas que se adentraron en un territorio desconocido, la ultradistancia, siguiendo sus impulsos y su pasión por correr. Cuando correr un maratón era de locos y correr 100 millas, pues… ¡os podéis imaginar!
Como he dicho, hace tiempo que no sé nada de él. Su físico no era el habitual del corredor de grandes distancias, bien musculado, bronceado, amante del surf,… ha sido portada de varias revistas de todo ámbito, como “X-man” o “el hombre más en forma del mundo”. Era el arquetipo de californiano saludable. Su currículum deportivo muy extenso, demasiado para publicarlo (Badwater, Vermont, UTMB, 50 maratones en 50 días, 4 desert,…) Ex-ejecutivo de una empresa farmacéutica, un día renunció a la estabilidad y la rutina para dedicarse en cuerpo y alma a lo que más le gustaba: correr.
Ultramaraton es un libro fácil de leer, ameno, con anécdotas maravillosas. A los amantes del running os la recomiendo, os va a encantar. Os muestro algunos fragmentos:
... La carrera de larga distancia requiere de cierta discreción y reserva. Es fácil que tu ego saque lo mejor de ti al principio y te haga correr más allá de tus intenciones. Uno de mis desafíos más grandes en esta etapa temprana sería tener la disciplina para ir despacio, incluso mientras otros corredores me adelantaran. Y yo odiaba que me adelantaran.
... Había empezado a reconocer también que la simplicidad de correr era muy liberadora. El hombre moderno tiene virtualmente todo lo que se puede desear, pero muy a menudo, eso no nos deja satisfechos. Las cosas no dan la felicidad. Algunos de mis mejores momentos llegaron mientras corría por la carretera, con tan solo un par de zapatillas y unos pantalones cortos. Un corredor no necesita mucho. Thoreau dijo una vez que la riqueza de un hombre se basa en lo que no necesita. Quizá necesitando menos realmente estés ganando más.
... Es curioso cómo un sueño que casi ha desaparecido puede volver a la vida con tanta fuerza. Su renacer te inyecta vitalidad que es a la vez juguetona y sorprendentemente decidida. De repente, los obstáculos dejar de existir. La única cosa que importa es hacer realidad ese sueño.
... La gente cree que estoy loco por exponerme a tal tortura, aunque yo puedo discutirlo. En algún punto de la línea, parece que nosotros confundimos la comodidad con la felicidad. Ahora yo había empezado a creer que el caso es prácticamente el opuesto. Dostoyevsky lo expresó bien: “sufrir es el origen mismo de la conciencia”. Mis sentidos nunca están más alertas que cuando llega el dolor. La miseria tiene algo de magia. Si no cree, pregúntele a cualquier corredor.
Para terminar, estoy en duda si mostraros la anécdota de la pizza. La conversación que mantiene Dean por teléfono, mientras corre, con el chico de la pizzería. Es una conversación mítica, una situación surrealista. Pero pensándolo bien… sería una pena publicarlo. De todos modos si os sentís tentados, páginas 12 y 13.
Un abrazo.
Yo le conocí y la verdad que era un tío sorprendente y muy majo. Me firmo su libro casi con una X, pero no me importó.. el libro merece la revisión que le has dado,.. empiezo hoy a releerlo. Gracias Julen
ResponderEliminarAgus
Puedes releerlo cuantas veces quieras que no te cansará. Un abrazo.
EliminarSaludos
ResponderEliminaryo estoy empezando en este deporte y la verdad lo admiro mucho a DEAN KARNAZES
y siempre quise saber cuál era su forma de respirar en Ultra-maratones, me podrían decir cuál es la forma correcta ya que ustedes tuvieron la oportunidad de conocerlo
¿Como se debe respirar adecuadamente a la hora de correr?
Hola. Poco te pueda ayudar yo con el tema de la respiración. Yo he escrito sobre Dean Karnazes pero realmente no lo conozco en persona, únicamente he leído un par de libros suyos y le he seguido un poco.
ResponderEliminarDisfruta con el running. Un saludo