Aunque mi trabajo se basa en enseñar, disfruto aprendiendo. Paso 8 horas diarias con niños y jóvenes que escuchan atentamente lo que digo, o eso creo yo. Intento transmitir conocimientos y valores del deporte, valores aplicables y útiles no sólo del ámbito deportivo sino de diferentes ámbitos de la vida también.
Enseñar me gusta y aprender también. Enseñar me da de comer, aprender me llena el alma, le da forma a mi pasión, me hace evolucionar, mejorar. Ser profesor y ser alumno.
Mi aventura americana me ha otorgado la oportunidad de aprender y durante unos días, he sido profesor de alguno y alumno de otros. La carrera de Arizona me ha permitido pulir detalles, intercambiar impresiones con otros corredores acerca de material, alimentación, entrenamientos,… Creo que lo fundamental para poder evolucionar en el deporte y por qué no, en la vida, es estar dispuesto a aprender. Abrir la mente y sobre todo… querer.
Siempre me he fijado en los demás y no necesariamente en los mejores. Me fijo en lo que llevan, en lo que comen, en lo que beben,… Muchas veces me digo: ¡Julen, tú esto, lo haces mejor! y en otras ocasiones me digo: ¡Coño… que buena idea! o ¡es verdad, de esa manera es mejor!
En las carreras por etapas, los detalles pueden marcar la diferencia. Ahorrar unos gramos o algún kilo a la espalda supone una gran ventaja. No es lo mismo comenzar la carrera con una mochila de 9 kilos que con una de 7,5. Arañar unos gramos por aquí y otros por allí puede ser importantísimo, siempre y cuando ese arañazo no conlleve algún error grave como por ejemplo llevar menos comida para ir más ligero. Sí que empezarás más ligero pero a la larga la falta de combustible te pasará factura.
Muchos me han felicitado por mi puesto en la carrera. Yo les he agradecido sus palabras. Me preguntan si estoy contento con el resultado y yo les digo que sí, pero que estoy contento más por lo aprendido que por mi puesto en la clasificación. A veces tengo la impresión de transmitir una falsa modestia pero cuando digo que estoy contento por lo aprendido lo digo de corazón. Contento por haber sido por algunos días más alumno que profesor, contento por haberme traído de Arizona un tesoro, un tesoro en modo de información. En el largo viaje de vuelta desde Las Vegas a casa me dediqué a plasmar lo aprendido en un cuaderno, reflexioné sobre la experiencia.
Me dí cuenta que soy un corredor fuerte siempre que hay desnivel, siempre que hay montañas en la etapa me siento bien, voy bien subiendo y bajando. Entreno habitualmente en terreno montañoso, en Bermeo y quieras o no, esto luego se nota cuando te toca correr en ese tipo de superficie y orografía. No obstante, debo mejorar mi velocidad de crucero en terreno o perfil liso. Debo ser mejor rodador. Esto se lo transmitiré a mi entrenador, Luís Toribio. Otro pequeño detalle: Me he dado cuenta que las chancletas que suelo llevar a estas carreras pueden ser sustituidas por zapatillas de viaje. Zapatillas con poca suela, fáciles de plegar y casi no ocupan lugar. Estas cosas y muchas más… Todo esto me ha llevado a la conclusión de que aun tengo margen de mejora. El comprobar que aun se puede mejorar es muy positivo y satisfactorio para mí. Esto no quiere decir que en la próxima carrera mi puesto en la clasificación sea mejor pero sí supondrá una evolución en mi rendimiento, al margen de los demás.
Muchos me han felicitado por mi puesto en la carrera. Yo les he agradecido sus palabras. Me preguntan si estoy contento con el resultado y yo les digo que sí, pero que estoy contento más por lo aprendido que por mi puesto en la clasificación. A veces tengo la impresión de transmitir una falsa modestia pero cuando digo que estoy contento por lo aprendido lo digo de corazón. Contento por haber sido por algunos días más alumno que profesor, contento por haberme traído de Arizona un tesoro, un tesoro en modo de información. En el largo viaje de vuelta desde Las Vegas a casa me dediqué a plasmar lo aprendido en un cuaderno, reflexioné sobre la experiencia.
Me dí cuenta que soy un corredor fuerte siempre que hay desnivel, siempre que hay montañas en la etapa me siento bien, voy bien subiendo y bajando. Entreno habitualmente en terreno montañoso, en Bermeo y quieras o no, esto luego se nota cuando te toca correr en ese tipo de superficie y orografía. No obstante, debo mejorar mi velocidad de crucero en terreno o perfil liso. Debo ser mejor rodador. Esto se lo transmitiré a mi entrenador, Luís Toribio. Otro pequeño detalle: Me he dado cuenta que las chancletas que suelo llevar a estas carreras pueden ser sustituidas por zapatillas de viaje. Zapatillas con poca suela, fáciles de plegar y casi no ocupan lugar. Estas cosas y muchas más… Todo esto me ha llevado a la conclusión de que aun tengo margen de mejora. El comprobar que aun se puede mejorar es muy positivo y satisfactorio para mí. Esto no quiere decir que en la próxima carrera mi puesto en la clasificación sea mejor pero sí supondrá una evolución en mi rendimiento, al margen de los demás.
Suelo huir de las comparaciones. Una clasificación refleja una comparación con los demás. Yo he quedado en el puesto nº11. Esto significa que he sido más rápido que los 103 restantes y menos rápido que los 10 que me han precedido. ¿Pero tiene algún valor realmente? ¿Hay alguna diferencia en quedar en el puesto 7, 11 o 20? Yo creo que no.
Las clasificaciones suelen demostrar quien ha sido el más rápido pero ¿demuestra quién ha tenido más pundonor? ¿O más coraje? ¿O quien ha sido el corredor más fuerte? Personas que han culminado la prueba con ampollas, que han realizado la carrera andando, que lo han pasado realmente mal y han tenido las agallas de calzarse las zapatillas todos los días y afrontar una nueva etapa sabedores que les esperan por delante horas y horas de sacrificio. Y al final han conseguido llegar a meta y terminar la aventura. Recuerdo estar en la tienda, dentro del saco preparándome para dormir y escuchar los aplausos de la gente al ver llegar a los corredores y decirme a mí mismo: ¡Dios mío, aún está llegando gente y dentro de unas 12 horas tienen que volver a salir! Me parecía terrible. Pero al final terminaron la G2G ULTRA y creedme que al final de la última etapa, en la llegada, sus caras expresaban satisfacción, emoción y orgullo, con una intensidad igual o mayor que la mía. Lo habían conseguido, x horas más tarde pero lo habían conseguido. Estos corredores no son rápidos pero son fuertes. Mi más profundo respeto y admiración hacia ellos. Lo digo con el corazón.
También he aprendido de ellos. No cosas acerca del material o la alimentación pero si otro tipo de cosas, cosas necesarias para poder acabar carreras como las que hago.
Un abrazo a todos y gracias por vuestras muestras de cariño.
Julen
Um texto para ser degustado... parabéns.
ResponderEliminarGracias Mico. Me alegro que te guste el post.
EliminarPor lo que escribes, no estoy de acuerdo contigo...tu ya fuiste aprendido de casa. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Javi.
ResponderEliminarEres grande Julen!!!! Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Yolanda.
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