sábado, 13 de abril de 2013

BERMEO

-   ¡Mi pobre padre no paraba de llorar!- comentaba. ¡Ha llorado más que cuando murió mi madre…! 

Estas palabras las dijo una mujer que junto con su padre acababa de perderlo todo hace unos días.

El fuego ha vuelto a reclamar un espacio en la historia de mi pueblo, Bermeo. Doce incendios importantes marcan nuestra historia, el último allá por 1722. Casi 300 años después, las llamas se han acordado de nosotros… y nos han visitado. Nuestra historia va de la mano con el agua y el fuego. Los dos elementos antagonistas nos tienen aprecio, tanto para arrebatarnos a los nuestros en el mar como para reducir a cenizas nuestras vidas. 




Afortunadamente, en esta última visita no hemos tenido que lamentar ninguna pérdida humana. Esto hubiese elevado la tragedia a otro nivel. Hemos tenido suerte en este aspecto. 

Edificios derrumbados, edificios calcinados, caos, lágrimas, impotencia, miedo, angustia. La bestia naranja aniquila todo lo que encuentra a su paso. Es un ser vivo, necesita respirar, necesita comer… y además cuenta con aliado fantástico para llevar a cabo su labor, el viento.

El fuego no te arrebata únicamente las cosas materiales, te arrebata tus recuerdos. Aquella foto de un ser querido que ya no está, aquel sofá donde acunaste por primera vez a tu hijo, aquella pulsera que le regalaste a tu mujer cuando erais novios, aquel espacio especial para ti y para los tuyos, etc. El ser naranja no hace distinciones, lo quiere todo, se apodera de todo y tan solo cuando ha saciado su apetito, puede dejarte, como favor, algún pequeño obsequio que calme tu angustia, una muñeca con la cara quemada, una foto a medias, … 





Las llamas no te apartan de tu casa, te apartan de tu hogar. Nada volverá a ser lo mismo… 

Por eso, las palabras que dan inicio al post cobran todo su sentido. El hombre que ha llorado desconsoladamente no lo hace porque ha perdido una silla, unos muebles, las escrituras de la casa o su cartera; llora porque en ese reducido espacio que era su hogar albergaba toda su vida, sus sentimientos. Seguro que guardaba muchas fotos de su mujer, de sus hijos, aquellas vacaciones en familia, aquel jersey de su esposa que después de tantos años se resiste a perder su olor. Esos objetos que cada vez que los miramos o los cogemos en las manos, cerramos los ojos para, durante unos segundos, viajar a tiempos pasados. Tiempos felices, momentos importantes en nuestras vidas. Luego volvemos a abrirlos pero esta vez con una sonrisa en nuestro rostro. El hombre perdió a su esposa en su día y ahora la ha vuelto a perder. Por eso llora. 

Ahora todo se reduce a su memoria. Ropa nueva, casa nueva,… todo nuevo. Cosas nuevas en un ser antiguo, o mejor dicho “no nuevo”. Solo le pido, si hay alguien ahí arriba, que les dé una buena memoria. 

Bermeo está triste. Durante el derrumbe de uno de los últimos edificios, el silencio se apoderó de la calle. Los vecinos que asistían al acto se mantenían en silencio. Eran conscientes que un trocito de nuestro Casco Viejo desaparecía. No solo eran maderos o vigas… Se derrumbaba mucho más. 

El fuego nos ha golpeado pero no noqueado. Las inundaciones de 1983 también dejaron huella en mi pueblo. Reaccionamos, trabajamos y nos levantamos. Tengo una fe ciega en mi pueblo y aunque ahora estemos sufriendo las consecuencias de las llamas, tenga el lector por seguro que nos volveremos a levantar. Somos un pueblo con corazón, con alma. A las pocas horas de la tragedia, el pueblo ya comenzó a mostrar su solidaridad. Recogida de alimentos, de ropa, personas ofreciendo sus casas a los damnificados,… La gente no para de trabajar, aportando lo que puede. Eso es Bermeo.

Por eso estoy tan orgulloso de decir que SOY DE BERMEO.

Por cierto, ya se han retirado los escombros de la calle. Las victimas están siendo realojadas, al menos provisionalmente. Nos empezamos a levantar…

Un abrazo.



4 comentarios:

  1. DE BERMEO Y A MUCHA HONRA, SI SEÑOR. Un episodio muy triste ciertamente, pero afortunadamente sin victimas humanas. Enfin, tendreis que levantaros y seguir adelante, como siempre: Un abrazo.

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  2. Gracias Paco. Así lo haremos... Un abrazo.

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  3. Una tragedia muy grande para el pueblo que al menos no se llevo a nadie por delante. Además cuando es algo cercano y conocido siempre se magnifica aun mas. Las fotos aéreas hacen pequeño el lugar de la tragedia que a poco que se hubiese extendido un poco mas podría haber devastado casi todo el casco viejo y también se hubiesen llevado gran parte de mis recuerdos que aun tengo almacenados muy cerca de la escena del incendio.
    Suerte y a levantarse, felicitando a los bomberos que lograron contener el fuego en esas condiciones.

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    1. Hola Cherokee. Nos levantaremos... El tema de los bomberos, Protección Civil, boluntarios, Cruz Roja,... algún día hablare de ellos. Bien merecen un post. Un saludo.

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