martes, 9 de julio de 2013

LLENA LA MALETA CON FELICIDAD Y ALGO DE DOLOR... (1/2)

Este, es una de esos post, que después de estar dos horas escribiendo, tengo dudas si publicarlo o no. Al final, ahí va… Me ha salido un poco largo, lo sé, lo publicaré en dos partes. Dentro de dos días, la segunda parte. Gracias por vuestra paciencia.


Este jueves, mi abuelo, ha cumplido 87 años. Yo tengo 39 años y me siento afortunado por tener aún vivo a mi abuelo paterno y a mi abuela materna. Uno no cumple 87 años todos los días y por ello, nos hemos reunido parte de la familia para poder celebrarlo. A esas edades, sobre todo, cada año es muy importante.

En alguna ocasión ya he hablado de mi abuelo. Afortunadamente, goza de buena salud, tanto mental como física, tan buena como esa edad lo permite. Sus piernas siguen siendo fuertes, su corazón late con energía, su alma se mantiene joven. Él me recuerda constantemente que la salud está en las piernas, que hay que mantener las piernas en movimiento, que hay que andar, que él hace 10 minutos de gimnasia todas las mañanas cuando se levanta; que come sano, nada de carne, solo pescado,… y que gracias a todo esto se mantiene tan bien como está.

- Julen, yo también hago deporte todos los días como tú - me dice convencido e ilusionado.

Yo admiro su ilusión. Bien la querría para mí a esa edad. 





Pero no todo es maravilloso. Aunque doy gracias a Dios por proporcionarle salud e ilusión hay algo que me inquieta, me entristece.

Podemos decir que el chasis y el motor de mi abuelo están bien. El funcionamiento del centro de operaciones lo calificaría como aceptable echando a bueno. Aunque los deslices, la falta memoria y los lapsus son cada vez más frecuentes, podemos decir que funciona correctamente. Es autosuficiente en el día a día, aunque después de toda una mañana juntos en familia aún preguntaba si aquel niño pequeño (mi hijo Ander) era mío y si era niño o niña. Pequeños-grandes detalles que no son importantes en su día a día, porque a él lo que le da estabilidad es que su rutina diaria no se altere. Un pequeño cambio y…


Pero hay una cosa que me entristece. Mi padre (su único hijo) murió hace 14 años y creo que lo ha olvidado completamente. Yo, en ocasiones, cuando hablo con él dirijo la conversación hacia algún tema en el que la figura de mi padre sea importante y él no le menciona. No es que evite nombrarle, no… yo leo en sus ojos que no lo recuerda. Hace algo más de dos años también murió mi abuela (su mujer) y aunque en un principio sí me decía que le echaba muchísimo en falta, cada vez ha ido hablando menos de ella, hasta el punto de dejar de mencionarla también. 

Estoy seguro que estas dos muertes han sido los dos episodios más duros que ha vivido mi abuelo en su vida. La muerte de un hijo y de tu mujer puede hacer perder el juicio a cualquiera, sobreponerse a algo así debe ser dificilísimo. Mi abuelo lo ha conseguido… pero pagando un precio por ello, en mi opinión.

Yo creo que el cerebro, como medida de supervivencia, ha eliminado, por lo menos, todo lo referente a su hijo. Su recuerdo debía ser demasiado doloroso, insoportable seguramente y cuando murió su mujer, el dolor se multiplicó y su alma no podía con él. ¿Qué hizo el cerebro ante esta situación? Eliminar uno de los dos pesares, quizás el peor de todos, el más hiriente, el de su hijo. Me olvido de uno y lucho contra el otro.

¿A dónde quiero llegar con todo esto? Poco a poco, cuando nuestras vidas van acercándose al final, los recuerdos cobran una importancia capital.



Continuará...

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Ana. Espero no defraudarte con la segunda parte. Un abrazo.

      Eliminar
  2. ¡Qué bonito esto que escribes, Julen! Cómo la vida sigue y algunas personas como tu abuelo siguen hacia adelante, aunque con alguna carencia posiblemente provocada por el dolor sufrido, como bien dices tú, pero ahí está, regalándote su tiempo en el final del transcurso de su vida, que seguro que todavía le queda mucha por vivir. Así que disfruta de tus mayores todo lo que puedas y hazles ver que son importantes para tí, como seguro que lo eres tú para ellos. Un abrazo muy grande. Espero con ganas la segunda parte de este relato tan emocionante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Yolanda. Sí... me siento afortunado de poder tenerlo aun con nosotros. La gente mayor es un pozo de sabiduría de la vida. Solo debemos escuchar. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Ves como sí. Nunca escribas pensando en que te leen. yo no lo hago. Escribe para y por ti. Luego sí es verdad que gracias a publicarlo en TÚ blog, podemos leerlo disfrutarlo y compartirlo, pero pssssssttt, no pienses en ello, sí lo piensas dejaras de ser sincero auténtico y fiel a ti mismo. Un fuerte abrazo a ti y a tú abuelo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Javi. Ya sabes, a veces cuando uno habla con el corazón tiene miedo a que los demás no "entiendan" tus sentimientos. Tus palabras, acertadas, como siempre. Un fuerte abrazo amigo mio.

      Eliminar
  4. Que bonitas palabras amigo mio, cuantos buenos recuerdos de tu familia,por no decir mi segunda familia, pues ellos nos vieron crecer juntos. Comentarte que estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes pero desgraciadamente la perdida de un familiar tan importante como tu padre en tu caso y mi madre en el mio es lo que nos hace terrenales y a su vez te fortalecen mentalmente. Un abrazo para atxitxe Isidro y a toda la familia y animo con el.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eskerrik asko lagun. Tú también sabes lo que es dolor, lo sé. Es posible que cuando seamos viejitos recordemos aquellas partidas al billar de juguete con el que jugabamos en tu casa de Intxausti, con tu amuma preparandonos un bocadillo de chorizo Salamanca a cada uno. Esos recuerdos y muchos más... Besarkada bat.

      Eliminar
  5. gracias por publicarlo,leerlo ha sido muy emotivo y espero la segunda parte..seguro que hay mucha gente a la que le ocurre como a tu abuelo y tu has sabido plasmar en palabras como alguien puede "dejar de lado" un episodio muy doloroso para seguir andando cada dia sin que se note...eskerrik asko por escribir esta nota..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eskerrik asko/Gracias a tí. Me alegro que te guste. Espero no defraudarte con la segunda parte. Un abrazo.

      Eliminar