viernes, 6 de diciembre de 2013

NO DEJES DE CREER EN LA MAGIA

Esta semana, Unai, nuestro hijo mayor (8 años) nos ha hecho la pregunta que tanto temíamos últimamente mi mujer y yo:

- Ama, un niño de la ikastola nos ha dicho que Olentzero (algo parecido a Papa Noel en Euskadi) no existe. ¿Es verdad?

Yo estaba en la cocina preparando la cena. Mi mujer con Ander en el salón. Ambos nos hemos quedado de piedra. Pero ese asombro era el que no debíamos transmitirle a Unai. Era necesario que Unai no considerase esa pregunta como algo importante, algo como que a los padres le ha costado responder, que no sabían qué decir porque eso podría despertar nuevas dudas, nuevas preguntas. Afortunadamente no ha comentado nada de los Reyes Magos… aunque creo que algo le ronda en la cabeza, lo presiento.

Laura y yo ya nos estábamos preparando para esta situación pero como os digo, aunque previsible con 8 años, el asombro ha sido importante. ¿Y qué le decimos? ¿Le decimos la verdad? ¿Le mentimos? No queremos que se termine la magia pero tampoco queremos que sea un tonto en la escuela. ¿Hasta cuando podemos estirar dicha magia?... y decidimos lo siguiente: Que lo decida él. Que sea el que marque el ritmo, que su razonamiento le lleve a la conclusión que deba llevarle, nosotros no le alentaremos ni le entorpeceremos en su camino. Eso sí. Si nos hace la pregunta tan directa como temida: ¿Aita, Ama, sois vosotros los Reyes Magos? Ante esta pregunta hemos decidido responderle con franqueza, ser sinceros porque lo que no queremos es que nuestro hijo piense, más adelante, que sus padres le mintieron.

Yo recuerdo el momento en el que me enteré de todo. Recuerdo quién me lo dijo y dónde. Desgraciadamente, ese momento queda grabado para siempre. El desencanto es enorme.

Todos los años, por estas fechas, suelo visionar con Unai la película Polar Express. No gusta a los dos, bueno, yo creo que a mí me gusta aún más. Nuestras películas favoritas son Hermano Oso Polar Express.




Polar Express relata las aventuras que vive un niño, de ocho años de edad en la noche del 24 de diciembre, justo cuando comienza a perder la esperanza de continuar creyendo en la existencia de Santa Claus y el espíritu que conlleva celebrar la Navidad.

Al prepararse para dormir, un estruendoso ruido se escucha frente a su habitación ocasionado por un enorme tren que se ha detenido justo enfrente de la puerta de su hogar. El niño sale impresionado de su habitación y, mientras está explorando el exterior del misterioso tren, es invitado a abordarlo por el billetero o pica-billetes del mismo (Tom Hanks) y, aunque se niega primeramente, al final termina corriendo para subirse a bordo. Y comienza la aventura que le llevará al Polo Norte y a conocer a… 

Siempre disfrutamos viéndola. Observar la cara de mi hijo en ciertos momentos mágicos de la película es algo maravilloso. Comprobar que tu hijo está empapado de esa magia, de esa ilusión… ¡en fin! Un año le regalamos, bueno, perdón, los Reyes le trajeron un cascabel sonoro. El que haya visto la película lo entenderá… Lo agitó y sonó… ¡Mágico!




Este año volveremos a verla pero me temo que sea el último año que Unai la vea con los ojos de un inocente niño. Seguirá siendo un niño pero de otra manera. Unai se ajusta este año perfectamente a las características del niño de la película. Cuando la veamos creo que estaré más pendiente de la cara, de la expresión de mi hijo que de la película. Intentaré descifrar su expresión facial, ver si refleja algún gesto de duda o incredulidad o por el contrario si todavía la magia continua…

También soy consciente de que puede que Unai sepa la verdad y que haya decidido alargar la magia o que le parezca inverosímil que sus padres sean los Reyes. Puede ser. En la cabalgata del año pasado nos preguntó porque Melchor necesitaba una goma para sujetar la barba… y este año nos hemos cruzado en Bermeo con el cartero de los Reyes Magos y me ha preguntado a ver qué hace el cartero de los Reyes Magos, en noviembre, en la calle y sin su indumentaria de gala… Demasiadas preguntas.

Una etapa de la niñez está llegando a su fin y mi mujer y yo lo sabemos. Nada volverá a ser lo mismo, podrá seguir siendo maravilloso pero ya no será mágico. Es ley de vida y digo yo… ¡maldita ley!

Yo no quiero vivir en un mundo sin magia. No quiero un mundo donde el ser humano encuentre las respuestas a todo. Quiero que haya circunstancias ante las cuales el ser humano no tenga respuestas, que se nos escapen, que no logremos entender. Eso nos hace más humildes, nos hace entender que es posible que haya algo superior a nosotros y que nuestra inteligencia nos permite dar respuestas a muchas cosas pero no a todas. Porque cuando no haya secretos, cuando no haya desafíos… ¿Qué nos quedará?

El año que viene cumplo los 40. Sigo creyendo en la magia, en otro tipo de magia. En la magia de la naturaleza, en los atardeceres de verano, en la belleza de los bosques en otoño, en momentos únicos con los tuyos, inolvidables… He tenido el privilegio de visitar y correr en lugares mágicos. 

Sí, la verdad, creo en la magia. Y quiero seguir creyendo.

P.D.: Por cierto, siempre me he preguntado… ¿Cómo les da tiempo a los Reyes de visitar todas las casas en una sola noche? ¿Y dar cuenta de los polvorones y el champan que se les deja? ¡Serán ultrafondistas! 






6 comentarios:

  1. Julen: Yo sigo creyendo en los Reyes Magos... ¡a mi edad!

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    1. Pozten naz. Horrek esan nahi du haur sentitzen zarela eta ez eizu sentimendu hori inoiz galdu. Inoiz. Bardin da urteek zer esaten daben...

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  2. Es una verdadera pena que a los niños de hoy en día se les arrebate la inocencia tan prematuramente. A mi hija se lo dijo la catequista que le daba la catequesis en su primer año y me sentí totalmente indignada e incluso fui a hablar con ella y pedirle explicaciones del porqué lo había dicho. La respuesta no me convenció. Pero creo que conseguí prolongar algo más esa ilusión y magia que habitaba en mi hija. Yolanda U.

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  3. Yo creo que hubiese asesinado a la catequista. Un abrazo Yolanda.

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  4. Creo en la magia!!! y tengo 46...
    No te preocupes...como te ha pasado a ti, y a mi, dejara de creer, para años después creer aún con más fuerza.
    Ir a ver la última de Disney ...Frozen ...Ayer la vi con mi hija :)

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