domingo, 20 de abril de 2014

LEVÁNTATE Y BRILLA

Aunque no suelo ser muy amigo de este tipo de videos, por sus mensajes, en ocasiones, excesivamente agresivos del tipo de entrena o muere… o… el segundo clasificado es el primer perdedor, hay que machacar al adversario… o… de tu cuerpo debe brotar sangre y no sudor… En fin, que no me van mucho. 

Creo que la mayoría de los corredores o amantes de la montaña, no tenemos esa mentalidad porque no casa con el espíritu de la montaña. Somos gente tranquila, vamos a lo nuestro, a buscar nuestras sensaciones en el medio que nos enamora, montaña, desierto, jungla o hielo y no vemos en el de al lado a un adversario, más bien a alguien que comparte nuestra misma pasión y que no dudaremos en socorrer si las circunstancias lo exigen.

Messner dijo en una ocasión que… “la montaña no es justa ni injusta”. Debes conocerla y respetarla hasta el extremo. Por eso, bastante trabajo tenemos los corredores en descifrar sus mensajes, en temerla y en gozar de ella como para ver en el corredor de al lado a un adversario al que batir.

Pero este video me ha gustado. Hay muchas cosas que compartiremos la mayoría de nosotros; otras en cambio, no.



  

Os dejo el texto traducido:

LEVÁNTATE Y BRILLA

Seis de la mañana y tu mano no llega a apagar la alarma.

Antes de que las voces de tu cabeza te digan que es muy temprano, hace frio y está oscuro para salir de la cama, tus doloridos músculos están aún en rebelión fingiendo no escuchar las órdenes de tu cerebro diciéndoles que se muevan.

Una legión de voces grita su consentimiento unánime para que pulses el botón de repetición de la alarma y regreses a “sueñolandia”.

Pero tú no pediste su opinión. La voz que tú has decidido escuchar es la voz del desafío. La voz que hizo que pusieras esa hora en la alarma en primer lugar.

Así que prepárate, pon los pies en el suelo y no mires atrás, porque tenemos trabajo que hacer.

Bienvenido a la rutina.

Cada dia es un conflicto entre el camino fácil y el camino correcto. 10.000 senderos se abren delante de ti como el delta de un rio y cada uno de ellos te promete un camino más sencillo. Pero el asunto es que tú vas rio arriba y cuando eliges esa opción, cuando rechazas lo que es cómodo a lo que es seguro y a lo que algunos llaman “sentido común”, es el día uno.

A partir de ahí se hace más duro. Así que asegúrate que esto es lo que quieres porque el camino fácil siempre estará ahí, preparado para que lo tomes. Todo lo que tienes que hacer es detenerte…

Pero no lo harás.

Con cada paso, tomas la decisión de dar otro. Ahora estas en el camino, pero este no es el momento de pensar en lo lejos que has llegado.

Estas peleando contra un adversario que no puedes ver, pero siempre te pisa los talones. Notas su aliento en la nuca, ¿sabes qué es? Eres tú, tus miedos, tu inseguridad… todos alineados como un pelotón de fusilamiento preparado para dispararte desde el cielo.

Pero no te desanimes. No es fácil derrotarlos, pero están lejos de ser invencibles.

Recuerda: Esto es la rutina.

La gran batalla entre tu cuerpo y tu mente. El diablo en tu hombro que te dice: “Esto es solo un juego, es una pérdida de tiempo” o “Tus adversarios son más fuertes que tu”

Ahoga la voz de la incertidumbre con tus latidos, quema la duda sobre ti con el fuego de tu interior, recuerda porque estas luchando y no lo olvides porque ese momento es como una amante cruel, lo convertirá todo en cenizas al primer error. Está buscando siempre el punto débil en tu armadura, ese pequeño sentimiento que no tuviste en cuenta al prepararte, aunque el demonio se esconde en los detalles, la pregunta sigue siendo: ¿eso es todo? ¿Estás seguro?

Cuando la respuesta es sí, has hecho todo lo posible para prepararte para la batalla. Entonces es el momento de salir y enfrentarte a tu enemigo, el enemigo interior. Solo ahora has de empezar la batalla en territorio hostil, eres un león en un campo de leones, y todos queréis cazar la misma presa esquiva, con un hambre desesperada que dice que la victoria es lo único que te mantendrá vivo.

Así que cree en la voz que te dice que puedes ir un poco más rápido, que puedes lanzar un poco más lejos, y que para ti las leyes de la física no son más que una mera sugerencia. “Suerte” es el último deseo de los que aún creen que la victoria se puede obtener por accidente, el sudor es para los que saben que es una elección.

Ahora decide.

Porque el destino no espera a nadie y cuando tu momento haya llegado, aunque miles de voces te digan que no estás preparado, escucha esa voz solitaria que te dice: “estás preparado. Ahora depende de ti”

Así que levántate y brilla.






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