No solo de correr vive el corredor. El entrenamiento no termina cuando pulsamos el “Stop” del reloj/cronómetro/GPS/pulsómetro… Hay que prestar atención a los estiramientos (que muchas veces nos los saltamos porque no tenemos tiempo o porque el entreno nos ha dejado tan cansados que sólo queremos tomarnos una ducha), a una buena re-hidratación; hay que preocuparse de una correcta alimentación, al descanso… ¡y tampoco debemos olvidarnos del fisio!
Hace poco leí en una entrevista que “los corredores de montaña prefieren gastarse 120 euros en una mochila que 20-30 euros en una sesión con el fisioterapeuta/masajista/osteópata…” No le falta razón. Generalmente nos acordamos de estos profesionales cuando nos duele algo, cuando ya es tarde. Pocas veces acudimos a ellos de forma preventiva.
En mi caso, no fue diferente, hasta a hace un par de años. Llamaba al fisioterapeuta cuando se daban dos circunstancias: una, 3-4 semanas previas a una carrera y dos, cuando me dolía algo, es decir, con la zona lumbar o con las piernas muy “cargadas” o “hipercontracturadas”. Me perdía una par de días de entreno a causa de estas molestias y luego de nuevo a entrenar, hasta que volvían a cargarse…
Sí, nos duele dejarnos 25 euros cuando no nos duele nada. Pasa lo mismo con el dentista. Nos acordamos de él cuando nos duele la muela (que generalmente suele ser los viernes a la noche…) y nos decimos: ¡Esto no me vuelve a pasar! El lunes me hago una revisión… o ¡Cada seis meses iré a hacer una revisión!, etc. Al final nada de nada. Con el fisio igual.
La prevención es fundamental. No sólo para evitar futuras lesiones sino para poder entrenar mejor. Sí, una maquinaria en buen estado nos hará entrenar mejor. Cuando las piernas están pesadas las series cuestan mucho más, sufrimos más cuando atacamos a los desniveles, parece que pesamos el doble. Un cuerpo en buen estado nos permitirá realizar entrenos de mayor calidad y ya sabéis, cuanto mejor entrenemos… mejor competiremos.
Me siento afortunado de poder contar con mi amigo Gorka Iturrizaga de OREKA FISIOTERAPIA para poner a punto mi maquinaria, este maltrecho cuerpo. Cuando a principios de este año me propuso ser mi fisioterapeuta ni lo dudé. Gran profesional, buen amigo… ni me lo pensé. Me gusta la gente que está interesada en seguir aprendiendo, profesionales que quieren estar “al día” de los nuevos procedimientos y técnicas, que no se acomodan… Gorka es ese tipo de profesional. Esto le ha llevado a tener una agenda realmente apretada y yo aprovecho los pequeños resquicios de esa agenda para colarme.
El año pasado, mientras preparaba la carrera de Islandia, sufrí un esguince importante. Recuerdo que era sábado a la mañana (como suele ocurrir…), el fin de semana por delante sin poder hacer gran cosa. Publiqué unas fotos del tobillo hinchado en Facebook y recuerdo que Gorka me escribió…
- Ponte hielo durante el día y a la noche, para ir a la cama, te das una pomada antiinflamatoria en el tobillo y luego cubres el tobillo con papel film… El lunes te pones en contacto con algún fisio. No te digo que vengas donde mí (me aclaró…) y a ver que te dicen.
Foto del año pasado con el esguince de tobillo
Detallazo. Indudablemente, el lunes acudí donde él. Detalles, detalles importantes, o para mí, por lo menos, lo son. Dicen mucho de una persona.
Hay muchos masajistas, fisioterapeutas, osteópatas… Probad y elegid el que mejor os va. Yo me he puesto en manos de Gorka y espero estar mucho tiempo con él.
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