¡No, no… no os estoy tomando el pelo! Eso es lo que hizo, entre muchas otras cosas, Göran Kropp en su vida. Salió de su casa en Jönköping, Suecia, pedaleó 12.000 km., ascendió al Everest sin ayuda de ningún tipo y descendió, todo hay que decir. 108kg. de equipo y comida de altura empaquetado bolsas y un remolque, pedaleó sin pausa hasta Nepal. Ni sherpas, ni oxígeno artificial. Basándose únicamente en su propia fuerza para llevar a su tienda de campaña y suministros a lo largo de su aproximación y ascensión a la cima del más alto de los 14 ochomiles.
En aquel campo base del Monte Everest al que llegó, estallaría poco después una tragedia histórica reflejada en dos libros clásicos de los ochomiles "Into thin Air" de Jon Krakauer y "The Climb: Tragic Ambitions on Everest" de Anatoli Boukreev. Las expediciones comerciales americanas lo apodaron “el sueco loco”, una imagen que le encantaba. Alto, ancho y robusto como los vikingos de las antiguas sagas, más aún al verlo armado de casco y piolets avanzando sobre los hielos. Sin embargo, esa imagen simple ocultaba un hombre amable, reflexivo e inteligente, con una atención esencial a los detalles.
“Quería una aventura verdaderamente sin precedentes”, decía Göran Kropp.
Aqui teneis el "viajecito" en bici...
He dicho antes, “entre muchas otras cosas” porque las aventuras de Goran no acaban ahí. Os cuento un poquito…
Tras sus comienzos en las operaciones especiales del ejército sueco, Kropp realizó varios viajes y aventuras en los que casi acaba a tiros en Turquía, a pedradas en Irán o linchado en Pakistán. Este esquiador, ciclista, escalador, viajero,… es tan poco conocido como increíble. Con seis ocho miles a sus espaldas (1992 Cho Oyu -8201 m-, 1993: K2 -8616 m.- , 1994: Broad Peak -8047 m.-, 1996: Everest -8848 m.-, en bicicleta desde Suecia, ascensión en solitario y sin oxígeno), 1997: Shisha Pangma -8006 m.-, 1999: Everest -8848 m.-), Göran fue el segundo hombre en la historia que lograba subir a la cima del K2 sin ayuda de oxígeno suplementario y solo.
Tres años después de su paseo en bicicleta al Everest, decidió volver, esta vez con su novia, Renata (la primera sueca que llegaba a su cima). Debió ver que estaba todo muy sucio, así que decidió llevarse con él 25 botellas de oxígeno vacías que recogió en el Collado Sur. Hay gente que muere de agotamiento en la bajada del Everest. De agotamiento. Pero este señor se metió 25 bombonas en la mochila y bajó como si tal cosa.
En el año 2000 planeó una travesía por el Polo Norte Geográfico. Su idea era realizar la travesía en solitario, pero no contó con que se empeñaría en seguirle... un oso polar. El animal le acechó y atacó, pero Goran consiguió matarlo. Sin embargo, las heridas y graves congelaciones le impidieron culminar la travesía.
Su próximo proyecto, planeado para 2004, consistía en emprender la travesía de la Antártida hacia el Polo sur, comenzando el viaje desde Suecia una vez más. En principio había declarado que navegaría a vela cruzando el océano, pero cambió de idea y decidió emprender el viaje “a remo”. Ahí es nada.
Sin embargo, la suerte le abandonó aquel 30 de septiembre del 2002 en Sunshine Wall, una conocida zona de escalada del Estado de Washington. Una caída al final del recorrido, una protección que saltó (la ruta no estaba equipada) y la repisa contra la que fue a dar resultaron mortales. Murió en el acto con sólo treinta y cinco años.
¡¡ Que grande!! Un referente para mi.
ResponderEliminarPor cierto, ha sido entrar a tu blog y pensar que era el mio!.
salud.
Si, tienes razón.
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