domingo, 24 de marzo de 2013

AGUJETAS EN LOS NUDILLOS

Os voy a contar lo que siento, con total sinceridad. 

Después del periplo antártico y viendo el eco mediático que suscitó la carrera, tanto por los motivos de mi participación como las circunstancias en la que se desarrolló, me las prometía felices. Después de entrevistas en radio, prensa y TV, reportajes en revistas de running, charlas en diferentes pueblos y colegios, etc. mucha gente me comentaba que ya no tendría problemas de patrocinadores, que después de convertirme en alguien “conocido” todo resultaría ser más fácil. Yo dudaba, no las tenía todas conmigo, ellos me lo comentaban con la mejor intención, para animarme, lo sé… pero la realidad es bien distinta. 

La Antártida me supuso un desembolso de 15.000 euros aproximadamente. Tuve la gran suerte de cubrir los gastos tanto con aportaciones de instituciones públicas como de empresas privadas. Ahora pienso que fui muy afortunado de haberlo conseguirlo. 

El presupuesto de la carrera de este año, la GRAND TO GRAND, carrera por etapas (autosuficiencia, 7 días, 268 km.) que transcurre en el desierto de Arizona no tiene nada que ver con la anterior. Creo que necesitaré algo más de 4.000 euros. Una cantidad irrisoria si la comparamos con la Antártida pero que no dejan de ser 4.000 euros. 




Llevado quizás por el optimismo, a finales de diciembre del año pasado me decidí a realizar la pre-inscripción a la prueba. Pensaba… ¡Julen, tranquilo, no tendrás problemas para conseguir 4.000. Solo con marcar un par de teléfonos será suficiente…! ¡Qué equivocado estaba! 

Después de haber realizado una infinidad de llamadas, reconozco que mi participación en la carrera está en el aire. Todas las empresas con las que me he puesto en contacto me han venido a decir algo parecido, es decir, que les han congelado el presupuesto de patrocinio y que no van a poder ayudarme, o que ya me llamarán (una manera educada de decirte que no), o que ya tenemos comprometido el presupuesto del 2013, que ya lo mirarán a ver si pueden hacer algo… (es decir, no). Uno, con los años, comienza a familiarizarse con algunas respuestas. Intuye cuales tienen posibilidades de prosperar y con cuales no hay nada que hacer, que suelen ser la mayoría, en mi caso. Aprendes a tragarte el orgullo y sigues y sigues tocando puertas… Eso sí, todos reconocían que me “conocían” pero que no podía ser. 

No penséis que no soy consciente del momento que vivimos. La cosa esta muy mal y las empresas no están para patrocinar a un tío que va a correr a un desierto, por mucha publicidad que éste le prometa. Me imagino que la esponsorización será el apartado que mayor tijeretazo sufra dentro de las cuentas de cualquier empresa. Totalmente comprensible. 

Por otro lado, tengo la suerte que la marca HAGLOFS, por medio de Juan Pinedo, me ha asegurado que me ayudará a partir de ahora en los proyectos que realice, suministrándome el material que necesite. Pero al final el material es una parte de toda la aventura y lo que realmente cuesta dinero es la inscripción y el viaje. Lo de Haglofs es de las pocas buenas noticias que he tenido últimamente. 




Bueno… no sé en qué quedará la cosa. Tengo alguna que otra entrevista pendiente aún y ya veremos. En algunas ocasiones me digo a mi mismo que hasta ahora siempre lo he conseguido y que esta vez también lo haré; en otras, en cambio, el pesimismo se adueña de mí y pienso que esta vez no va poder ser. Yo seguiré luchando…

Vaya o no vaya a Arizona aprenderé de esta experiencia, seguro. Si no voy, habré aprendido que no hay que dar nada por sentado, que cada año hay que luchar por lo que quieres. Si resulta que voy, recordaré en algún momento de la carrera todo lo que me ha costado estar allí, apretaré los dientes y correré. Como también recordaré cómo este jueves pasado mi hijo Unai me exigió que si me iba entrenar a esas horas (a las 19:30) me daba 45 minutos para realizar el entreno que quería porque luego tenía que jugar con él. Mi mujer Laura me recordó también que había que bañar al pequeño Ander y que esas no eran horas de ir a correr al monte, a oscuras. Yo tenía pensado subir a un monte cercano de Bermeo, al Burgoa, así que… nada, ponerme el frontal, salir del portal y ¡caña! Lo conseguí aunque ¡creía que el pecho me iba a explotar! Cuando volví le pregunté a mi hijo si lo había conseguido. Me dijo que sí pero que ya no tenía ganas de jugar porque estaba viendo Bob Esponja. ¡Vaya por Dios! Luego, en la ducha, aun recuperando el aliento, me reía yo solo. Estas cosas son las que luego recuerdas en las carreras.

Aunque el post está bañado de cierto pesimismo, no debemos olvidar lo siguiente: que quizás todos los días no sean buenos, pero que siempre hay algo bueno todos los días. 





4 comentarios:

  1. Venga Julen!!! No está todo perdido. y si no puede ser, será porque el destino te tiene preparado algo mejor y no pasaba por Arizona. un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amigo por tus palabras. Dicen que cuando una puerta se cierra, alguna otra se abre... La puerta de Arizona está medio cerrada pero aún así tengo fuerzas para abrirla, aunque sea con una patada. Y si no, a otra cosa!

      Eliminar
  2. Aupa Julen! Para un luchador como tu esta 'carrera' no puede terminar tan pronto!

    ¿Te has planteado probar con el crowdfunding ( http://makeachamp.com/ )?

    Podrías dar repercusión a alguna enfermedad minoritaria mediante tu hazaña. Conseguir que el deporte, la salud, extienda también las dificultades de otros. Seguro que más de una persona privada estaría dispuesta a hacer una pequeña aportación con un doble objetivo 1) dar a concoer una realidad complicada, 2) que tu puedas realizar tu sueño

    Solo necesitas que 4000 personas donen 1€. Eso sí, tu compromiso con la causa ha de ser real.

    dices que la carrera es de autosuficiencia. Existen algunas enfermedades que limitan la energía que uno puede tener para ejecutar tareas diarias. Su vida es una carrera continua en la que hay que racionar, priorizar, elegir donde ponemos nuestra energía.

    Te recomiendo que leas la teoría de las cucharas si no la conoces http://www.butyoudontlooksick.com/wpress/articles/written-by-christine/the-spoon-theory/.

    Sería interesante ver cómo se asemejan una carrera como esta y el día a día de una persona con estas dificultades. Reconocer que la carrera finaliza, pero que para estas personas la vida es una carrera continua y reconocer el esfuerzo que esto supone.

    Podríamos leerlo en tu blog.

    ResponderEliminar
  3. Hola Leire.
    Eskerrik asko, muchas gracias por tu comentario. Lo del crowdfuding ya me lo había comentado una compañera del trabajo, de cómo funciona. Es un opción que no descarto pero antes intentaré que lleguen a buen puerto las dos reuniones/entrevistas que me quedan. Si no resultan ya veremos...
    Lo de la teoria de la cuchara me ha encantado, en serio. Vivir con una enfermedad como el Lupus me parece durisima. Gestión de la energia o fuerza diariamente, más o menos lo que vengo a hacer yo pero solamente durante 7 días, y estas personas todad la vida. Increible. Me gusta, y es posible que me ponga en contacto con alguna asociacion (que es posible que en Bilbao haya alguna). Me encantaría correr en Arizona y poder sensibilizar a la gente sobre este problema.
    Gracias, de nuevo. Te agradezco mucho tus aportaciones.
    Besarkada bat.
    Julen

    ResponderEliminar