- ¡Sube, sube a rematar!- grita un padre. El niño mira al entrenador, luego al padre.
- ¡Mira al balón y cuidado con el rechace! – otro padre. El niño mira a la grada, se detiene durante el juego.
- ¡Atrás, atrás… venga vamos, a la defensa!- continúa el padre. El niño mira al padre y obedece. Lo que no se da cuenta (el niño) es que el entrenador le está hablando. No lo oye…
- ¡Vamos no le dejes!... ¡ese balón hay que darle con la izquierda!... ¡Arbitro eso ha sido falta!
Sitúo al lector. Partido de extraescolares, sábado a la mañana, Bermeo. Actividad, futbol; edad de los niños, 7 años. Aunque mucho me temo que es una situación que se da en muchos lugares de la geografía vasca y española.La presión a la que son sometidos algunos niños es inaceptable. Las actividades extraescolares deben ser actividades deportivas, juegos y situaciones lúdicas diseñadas para que el niño disfrute, lo pase bien. Y lo son… en la mayoría de las ocasiones. Entonces, ¿dónde está el problema? Pues el problema está, querido lector, en nosotros. En los padres.
- ¡Atrás, atrás… venga vamos, a la defensa!- continúa el padre. El niño mira al padre y obedece. Lo que no se da cuenta (el niño) es que el entrenador le está hablando. No lo oye…
- ¡Vamos no le dejes!... ¡ese balón hay que darle con la izquierda!... ¡Arbitro eso ha sido falta!
Sitúo al lector. Partido de extraescolares, sábado a la mañana, Bermeo. Actividad, futbol; edad de los niños, 7 años. Aunque mucho me temo que es una situación que se da en muchos lugares de la geografía vasca y española.La presión a la que son sometidos algunos niños es inaceptable. Las actividades extraescolares deben ser actividades deportivas, juegos y situaciones lúdicas diseñadas para que el niño disfrute, lo pase bien. Y lo son… en la mayoría de las ocasiones. Entonces, ¿dónde está el problema? Pues el problema está, querido lector, en nosotros. En los padres.
Emilio Botín y Amancio Ortega dudo que tengan una agenda tan apretada como la que tienen los niños de hoy en día. Su horario “laboral” es de 9:00 a 16:30. Luego breve descanso para la merienda (otro día hablaremos de las meriendas y los hábitos alimenticios de los niños…) y volvemos a la carga con una hora de música para, a continuación, rematar el día con el inglés. ¡Y sólo estamos hablando del lunes! El martes toca deporte extraescolar… ¡Ah! Se me olvidaba… luego al llegar a casa ¡deberes! La tabla de multiplicar del 9, leer 3 paginas.… Nosotros, los adultos, dudo que pudiésemos cumplir con una carga de trabajo semejante. Aguantaríamos una semana y luego acudiríamos a un sindicato a enterarnos de si nos están explotando. Pero, trístemente, esto es el día a día de cientos o miles de niños.
Afortunadamente, una o dos veces por semana tienen la posibilidad de evadirse de todo este mundo, diseñado y organizado por los adultos para el supuesto beneficio de los pequeños (o eso es lo que les dicen los adultos). Tienen la oportunidad de jugar, de abstraerse del entorno, de correr, de descargar toda esa inmensa energía que poseen, de reír, de dar rienda suelta a su imaginación y de olvidarse por algunos momentos de esos horarios que les ahogan y les oprimen. Porque el niño nunca es tan feliz y libre como cuando juega. No debemos privarles de esos momentos, de esas tres/cuatro horas a la semana. Porque desgraciadamente son esas horas junto con las del recreo las únicas que tienen para ser niños.
Recuerdo cuando yo era niño que corría a casa después de la escuela. Mi madre me tenía preparado un bocadillo de chorizo con jamón o chocolate o cualquier cosa que se podía meter en el pan. Acto seguido bajaba al parque que tenía debajo de mi casa y allí nos juntábamos algunos amigos para jugar durante un par de horas. Luego al anochecer mi madre salía a la ventana y me avisaba que ya era hora de cenar.
- ¡5 minutos más! – le suplicaba. - ¡No...!
- ¡2 minutos al menos! – la última oportunidad. - ¡Vale! - terminaba cediendo mi madre y creo que todas las madres.
- ¡2 minutos al menos! – la última oportunidad. - ¡Vale! - terminaba cediendo mi madre y creo que todas las madres.
Antes de cenar, rápidamente los deberes y a la cama, agotado. Mañana más. Un día tocaba jugar a futbol, otro día hacer una caseta con maderas, otro ir al río cercano a coger cualquier cosa, otro una aventura a escondidas, a aquel sitio que la madre te tenía prohibido ir,… No sabíamos tanto inglés como los niños de ahora, ni tocar el piano pero sabíamos cómo se hacía una “escopeta” con una goma, un pinza de colgar la ropa, un clavo y un trozo de madera. Esas cosas no se olvidan. Hoy en día no se ven niños jugando en la calle. Qué pena.
Acudía a clases particulares aquel niño que necesitaba un refuerzo extra. Hoy en día se acude a particular a aprender más, como si lo que se enseña en los centros escolares no fuese suficiente. Los niños actuales deben saber más y lo que es peor, más rápido. Con 3 años no está mal que sepan flotar, con 4 nadar y andar en bici, con 7 años si no sabes jugar a futbol eres un pringau y te dejamos de lado en el recreo, con 8 años deben saber inglés,… ¡Dios mío, qué miedo!
Yo no digo que lo que yo viví haya sido lo mejor, pero estoy completamente seguro que el planteamiento actual tampoco lo es.
Esto mismo se puede trasladar al plano deportivo. La especialización temprana, se está comiendo a la educación multideportiva, a la polivalencia. Esta especialización nos lleva a apuntar al niño a edades muy tempranas a un solo deporte, con la ilusión de que algún día llegue a ser una estrella. Eso de la polivalencia no lleva a ningún lado, sé que piensan algunos. Qué confundidos están, con todos mis respetos. Es cierto que si aprendes desde niño a hacer relojes y te dedicas a ello todos los días, cuando seas adulto serás el mejor relojero del mundo, seguro. Pero la pregunta es la siguiente: ¿y si resulta que no terminas siendo relojero?
Otro tema que me gustaría tocar algún día es el siguiente: ¿Qué nivel de frustración tienen los niños y jóvenes de hoy en día? ¿Cuántas veces se les responde con un NO?
Otro tema que me gustaría tocar algún día es el siguiente: ¿Qué nivel de frustración tienen los niños y jóvenes de hoy en día? ¿Cuántas veces se les responde con un NO?
Nosotros estamos para eso. Yo no pretendo que mis hijos sea los más listos, ni unas estrellas en el deporte, ni ricos,… lo único que quiero es que sean felices.
Terminaré el post con una historia.
Cuenta la leyenda… que una profesora estaba preguntando a sus alumnos sobre su futuro, sobre lo que querían ser de mayores. Preguntó a uno y le respondió que él quiera ser dentista, como su padre. Otro le dijo que futbolista, como Kevin Keagan, otro… hasta que llegó a nuestro personaje en cuestión.
- ¿Y tú que quieres ser de mayor *? – le preguntó la profesora. - Yo… yo señorita quiero ser feliz -le respondió el alumno.
- Perdona *, pero creo que no has entendido la pregunta – le advirtió la profesora.
Lo que yo creo es que la profesora es la que no entendió la respuesta. Ese alumno se llamaba John Lennon.
Muy buen post Julen!! A ver si somos capaces de darles a nuestros hijos carrera... de felicidad
ResponderEliminarGracias Javi. La carrera de felicidad no se imparte en ninguna universidad en concreto pero si en una en especial, en casa. Un abrazo.
EliminarSobre los padres en los eventos infantiles prefiero ni comentar...COMPLETAMENTE DE ACUERDO
ResponderEliminarSobre el acompañamiento pero no aletargamiento..COMPLETAMENTE DE ACUERDO
Sobre la imagen que destaca la invasión tecnológica...Parcialmente de acuerdo ;) Creo que no estamos siendo inteligentes en aprovechar la penetración de estos dispositivos en la vida de nuestros niños para infundar valores humanos, sociales...y por lo tanto los dispositivos transmiten lo que les da la gana. Es como desnudar a un crío frente a una manada de leones hambrientos, en lugar de darle instrumentos y formas de convivir y maximizar la convivencia con ellos. Los malos no son los leones. Los malos son los que lo abandonan ahí.
"Porque desgraciadamente son esas horas junto con las del recreo las únicas que tienen para ser niños."
Ummm... (y aquí tuerzo el morro..)no estoy para nada de acuerdo.
¿Qué es "ser niño"?
Para mí un niño es niño siempre, 24 h, y es obligación nuestra responsabilizarnos de que sus 24h estén adecuadas a lo que su edad requiere y conlleva. Cuando un niño está en clase 'es niño', no está sólo trabajando, cuando un niño cocina y pone la mesa con sus padres 'es niño', no está sólo haciendo tareas del hogar...
¿Qué el tiempo empleado a tareas estructuradas está desproporcionado en relación al tiempo de libre empleo en la vida de los niños? Podría estar de acuerdo. Es necesaria una mayor desestructuración en todos los ámbitos de nuestras vidas (niños y no tan niños).
Siento que nuestra triste rutina de 'trabajo=amargura' y 'tiempo de ocio=felicidad' nos ha cegado, entre otras cosas que dejo para otro momento, ante la realidad de que todo el tiempo puede tener el mismo caracter, que puede ser como tu bien dices, el ser feliz.
En nuestras manos está que nuestro hijos sepan disfrutar de todo lo que hacen. Es una inversión a largo plazo.
Los extraescolares no son malos, los deberes no son malos, las horas de cole no son malas...(y los tiros no van por 'todo en su medida' ni mucho menos)...si los malos no son 'los leones'...ya sabes quiénes en mi opinión son 'los malos' :)
(siempre ando metiendo caña..menos mal que Jon compensa mis comentarios :)que sepas que lo hago con todo mi cariño porque tus posts me inspiran, cosa que te agradezco profundamente)
Hola Leire.
ResponderEliminarMe alegro que te guste el blog. Que alguien me diga que mi blog le inspira me halaga enormemente, de verdad. En cuanto al blog, si lo sigues habitualmente, te habrás dado cuenta que intento tocar temas diversos. No creo que haya que ser necesariamente deportista o corredor para poder leer lo que se publica en él, es más, creo que cada vez hablo menos del mundo del running. En cuanto a su contenido, para algunos post, sobre todo los que son de carécter técnico, intento corroborar la información que publico con fuentes especializadas. Pero otros post son simplemente mi opinion personal sobre temas varios y como opiniones que son, son totalmente criticables, Pueden gustar o no, gustar más o menos... Me ha gustado que estés de acuerdo con algunos aspectos de lo publicado y en desacuerdo con otros.
Bueno... te doy las gracias por tu opinión y espero que sigas disfrutando del blog en un futuro.
Un abrazo.