Esta semana he tenido la suerte de vivir una gran experiencia. El miércoles, día 15 de enero y el viernes de la misma semana, acudí a Vitoria-Gasteiz con mis alumnos de 3º y 4º de la ESO. Mi idea era que conociesen el deporte desde otro punto de vista, que conociesen a gente especial, que terminasen el día habiendo vivido el deporte de otra manera… quería que conociesen el deporte adaptado.
Se entiende por deporte adaptado aquella actividad físico deportiva que es susceptible de aceptar modificaciones para posibilitar la participación de las personas con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales.
Este es un fenómeno social cuyo origen es muy reciente, pues aunque la actividad física, el deporte y los juegos motores tienen su inicio con el propio hombre, en lo que respecta a las personas con discapacidades su historia es menos extensa, se puede considerar que después de la primera y segunda guerras mundiales y dado el elevado número de mutilados de guerra es cuando se iniciaron los primeros pasos en la práctica de deportes por personas con las capacidades disminuidas, es en 1944 cuando se comienza a utilizar el deporte como un medio más para la rehabilitación y en 1960 se organizan las primeras paraolimpiadas, este fenómeno fue creciendo hasta llegar al nivel actual en el que cada día la participación de personas discapacitadas en el deporte está bastante normalizada y se practican multitud de disciplinas a niveles recreativo y competitivo .
Por ello, a finales del año pasado, me puse en contacto con la Fundación ZUZENAK de Gasteiz y les consulté si cabía la posibilidad de acudir al centro para conocer y practicar el deporte adaptado. Afortunadamente me dijeron que sí.
Ha sido una experiencia enriquecedora, no solo para mí, como profesor y deportista, sino para mis alumnos también. Han tenido la suerte de conocer a monitores y entrenadores con una sensibilidad y talante especiales. Hemos practicado deportes conocidos pero de otra manera, desde otra perspectiva: sentados en una silla de ruedas hemos conocido el tenis de mesa, el baloncesto, el rugby y el atletismo. Hemos conocido el Boccia y el Goalball, también el futbito para invidentes, nos han dado una charla, hemos recordado y reflexionado con el “Circo de la Mariposa”,… y también hemos conocido a Michael Achi.
Michael Achi es una deportista paraolímpico; bueno, mejor dicho… olímpico. Michael vive sentado en una silla de ruedas. Medalla de plata en las Olimpiadas de Atenas 2004 en “press de banca”. Levantó 220 kg. en una repetición. Sí… 220 kilitos, sacad cuentas. Ahora juega a baloncesto en el equipo que lleva el mismo nombre que la asociación. Siempre sonriente, ayudando a los alumnos en el manejo de la silla, jugando con ellos… El viernes acudió a nuestra cita medio enfermo, podía haberse quedado en casa, nadie le obligaba a venir, pero acudió para estar con nosotros. Todo un detalle. La silla de ruedas no define a Michael, no dice ni quién ni cómo es, solo es un complemento en su vida. Tampoco debemos confundir minusvalía con debilidad: creedme…, Michael es todo menos débil.
Al final, le pedí un autógrafo a Michael. Os lo cuento…
- Michael, ¿me firmarías un autógrafo para mi hijo? – le pregunté.
- ¿Yo…?- me respondió sorprendido.
- Sí… tú.
- Pero yo…
- Michael – le dije- uno no conoce todos los días a un deportista olímpico. Si no te importa, mi hijo se llama Unai.
- Bien… Gracias – me dijo contento.
- No Michael… gracias a ti.
Al final, le pedí un autógrafo a Michael. Os lo cuento…
- Michael, ¿me firmarías un autógrafo para mi hijo? – le pregunté.
- ¿Yo…?- me respondió sorprendido.
- Sí… tú.
- Pero yo…
- Michael – le dije- uno no conoce todos los días a un deportista olímpico. Si no te importa, mi hijo se llama Unai.
- Bien… Gracias – me dijo contento.
- No Michael… gracias a ti.
Gracias Lander, Imanol, Luis y Oscar por vuestro trato, gracias Michael por ser un ejemplo.
A continuación dos videos que muestran la fortaleza fisica y mental de deportistas como Michael.
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