Sí… creo que sí… sería el 2007. A finales del 2007, aunque no estoy seguro.
Ese año fue la primera vez que oí el nombre HAGLOFS. Estábamos preparando la que sería mi primera experiencia en las carreras por etapas, el Marathon Des Sables. 250 km. en 7 días, en autosuficiencia, por el desierto del Sahara marroquí.
Qué llevar, cuanto llevar, miedos, dudas… ¿Y si me falta esto? ¿Y si me sobra lo otro? Un mar de dudas y preguntas.
Para el tema de la ropa decidimos ponernos en contacto con José Luis, el dueño de Kebi Sport. Deportista y con una gran sensibilidad para todo lo que se refería a ayudar a deportistas. Nos proporcionó la ropa y el calzado para la prueba. Unas camisetas, un pantalón de atletismo, unas mallas cortas… y una chaqueta windstopper.
Ese año fue la primera vez que oí el nombre HAGLOFS. Estábamos preparando la que sería mi primera experiencia en las carreras por etapas, el Marathon Des Sables. 250 km. en 7 días, en autosuficiencia, por el desierto del Sahara marroquí.
Qué llevar, cuanto llevar, miedos, dudas… ¿Y si me falta esto? ¿Y si me sobra lo otro? Un mar de dudas y preguntas.
Para el tema de la ropa decidimos ponernos en contacto con José Luis, el dueño de Kebi Sport. Deportista y con una gran sensibilidad para todo lo que se refería a ayudar a deportistas. Nos proporcionó la ropa y el calzado para la prueba. Unas camisetas, un pantalón de atletismo, unas mallas cortas… y una chaqueta windstopper.
Yo en esa época no controlaba tanto el tema del material. Los tejidos, las capas, las características… No digo que ahora sea un experto pero, con los años, uno va aprendiendo. José Luis nos recomendó una chaqueta de una marca impronunciable: ¡Haglofs!
- ¡Os voy a dar una chaqueta que es la leche. La marca no os va a sonar, seguramente, pero hacedme caso, es la host…! La marca es “alemana” (tuve que entenderle mal a José Luis, luego, al de unos años, me enteré que era sueca) y es material de primera calidad – nos dijo.
- ¡Os voy a dar una chaqueta que es la leche. La marca no os va a sonar, seguramente, pero hacedme caso, es la host…! La marca es “alemana” (tuve que entenderle mal a José Luis, luego, al de unos años, me enteré que era sueca) y es material de primera calidad – nos dijo.
Le dimos las gracias y comenzamos a probar el material. Ya desde el principio me di cuenta que tenía en las manos una muy buena prenda. Se ajustaba al cuerpo a la perfección, bolsillos estratégicamente situados, detalles reflectantes, tejido confortable y el viento… ni notarlo. Pero bueno, habría muchas de esas, pensaba yo.
Lo llevamos al desierto y el resultado fue buenísimo. Aún la uso de vez en cuando, en invierno, cuando hace fresquito por las noches para salir a entrenar. Sí… han pasado casi 7 años y todavía la utilizo. Aunque está algo deshilachada en las mangas, aún tengo intención de seguir usándola.
José Luis tenía razón. Una chaqueta windstopper espectacular.
Luego vino la Transalpine Run, el 2009. A esta carrera, me llevé el cortavientos del desierto y una mochila de 12 litros para transportar el material obligatorio durante las etapas. ¡12 litros! ¿Tanta mochila para qué? Me pregunto ahora, pero en aquellos tiempos todo era: “por si acaso…”. Sí pude comprobar durante mi estancia en los Alpes, que muchos corredores europeos usaban Haglofs. Incluso uno de los equipos se llamaba “Haglofs Team”. Eran alemanes.
Luego durante algunos años me olvidé de Haglofs. Usaba de todo, Mizuno, North Face, Salomon… Para la Jungle Marathon, en el 2011, tuve la ayuda de Salomon, mediante un amigo llamado Iker Oliveri. Gracias a Iker pude lograr todo lo necesario. Se portó muy bien conmigo. Quiero aprovechar para darle las gracias.
Y así llegó el 2012 y la Antártida. Ya lo he comentado en alguna ocasión, tuve la suerte de contactar con Zigor Iturrieta. Zigor me puso en contacto con Pedro Ibarretxe, gerente de Intersport Extrem. Pedro me comentó que para el tema de frío había una marca sueca llamada Haglofs que era muy buena y me dio el teléfono de Juan Pinedo, representante de Haglofs en Euskadi.
- No es muy conocida por aquí pero confía en mí, en la Antártida no te va a fallar – me dijo Pedro. A mí me vino a la mente mi chaqueta del desierto y… ni lo dudé.
Y así llegó el 2012 y la Antártida. Ya lo he comentado en alguna ocasión, tuve la suerte de contactar con Zigor Iturrieta. Zigor me puso en contacto con Pedro Ibarretxe, gerente de Intersport Extrem. Pedro me comentó que para el tema de frío había una marca sueca llamada Haglofs que era muy buena y me dio el teléfono de Juan Pinedo, representante de Haglofs en Euskadi.
- No es muy conocida por aquí pero confía en mí, en la Antártida no te va a fallar – me dijo Pedro. A mí me vino a la mente mi chaqueta del desierto y… ni lo dudé.
Después de la Antártida vino Arizona y este año, si todo va bien, Islandia.
Puedo decir, porque así me lo han confirmado desde Haglofs, que a partir de hoy soy deportista de Haglofs (o como ellos le llaman “amigo de Haglofs”), que pertenezco a la familia de esta magnífica marca. Quiero agradecer en este post la confianza que han depositado en mí personas como Juan Pinedo, Maribel Anillo, Tito Cuadras y Fernando Maluenda.
Estoy muy agradecido por el paso que ha dado la marca por contar conmigo y más aún que haya sido iniciativa de Haglofs incluirme en su equipo porque, aunque llevamos unos años de relación, a uno le da reparo proponerle a la marca algo así.
Puedo decir, porque así me lo han confirmado desde Haglofs, que a partir de hoy soy deportista de Haglofs (o como ellos le llaman “amigo de Haglofs”), que pertenezco a la familia de esta magnífica marca. Quiero agradecer en este post la confianza que han depositado en mí personas como Juan Pinedo, Maribel Anillo, Tito Cuadras y Fernando Maluenda.
Estoy muy agradecido por el paso que ha dado la marca por contar conmigo y más aún que haya sido iniciativa de Haglofs incluirme en su equipo porque, aunque llevamos unos años de relación, a uno le da reparo proponerle a la marca algo así.
¿Qué va a cambiar con esto? Pues… tampoco demasiado. Este paso ha valido para “intensificar” nuestra relación, por decirlo de alguna manera. Yo estoy contento con Haglofs y Haglofs está contento conmigo, simplemente eso, ¡que no es poco! Yo, por mi parte, seguiré teniendo los mismos dolores de cabeza de siempre, ya sabéis, la búsqueda de financiación para inscribirme a las carreras por etapas, tocar puertas aquí y allí..., "que no nos interesa...", "que sí nos interesas pero poco...", "que un año me encanta lo que haces y el próximo “si te he visto no me acuerdo…”… ¡lo de siempre!.
Pero al hilo de mis propias palabras del post anterior, unas palabras pueden cambiar la vida de una persona. Las palabras de Haglofs hacia mí no van a cambiar mi vida pero sí que han sido una inyección de energía en mi vida deportiva.
Pero con esa energía y confianza adquirida también viene la responsabilidad de hacerlo bien, de no defraudar, de que nadie piense que ha sido una apuesta fallida la de Julen Urdaibai.
Un abrazo a todas las personas que siguen mi blog.
Pero al hilo de mis propias palabras del post anterior, unas palabras pueden cambiar la vida de una persona. Las palabras de Haglofs hacia mí no van a cambiar mi vida pero sí que han sido una inyección de energía en mi vida deportiva.
Pero con esa energía y confianza adquirida también viene la responsabilidad de hacerlo bien, de no defraudar, de que nadie piense que ha sido una apuesta fallida la de Julen Urdaibai.
Un abrazo a todas las personas que siguen mi blog.
Julen, contigo no puede ser una apuesta fallida! eres un luchador y ya lo has demostrado.
ResponderEliminarTodo lo que venga de ahora en adelante es un regalo para todos, no tienes nada que demostrar!
Eskerrik asko Leire por tus palabras. Después de tantos años, comprobar que una marca confía en tí es muy importante. Te da nuevas energías para seguir entrenando. Besarkada handi bat.
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